BIBLICAL COUNSELING PAPER:
Santificación Personal
_
By
Rodrigo
Vidal Mendoza
Abril
26, 2021
CALOR: Son las circunstancias externas que las personas atraviesan en la vida, pueden ser buenas o malas.
LAS ESPINAS: Son las respuestas pecaminosas que da la persona a las circunstancias externas que le ha tocado vivir.
FRUTOS: Son las respuestas justas y misericordiosas que la persona da a las circunstancias externas que le ha tocado vivir
LA CRUZ: Es la experiencia de ser llevado a la muerte y resurrección de Cristo por la sola fe en el Cristo muerto y resucitado
CORAZÓN: Es la esencia de la persona
I.
Santificación Personal
A.
Resumiendo, el "Calor"
Yo tengo varios recuerdos sobre mi padre
reaccionando él violentamente contra mi madre y yo, gritando, rompiendo platos
y muebles porque él quería imponen su perspectiva de las cosas o él quería que
las cosas se hicieran a la manera que él estimaba conveniente. Yo me indignaba,
me parecía muy injusta su reacción en contra de mi madre y en contra mía, Yo me
enfurecía mucho cuando mi padre me agredía físicamente, en particular cuando
esto sucedía delante de otras personas.
Yo recuerdo una vez a mi padre tomar un martillo y
destruir una silla con ese martillo, solo porque le dije que no quería ir a
comprar algo que él me había pedido. Mi madre en esa ocasión le dijo que yo
estaba cansado. Frente a la defensa de mi madre, mi padre se enojó tanto y él
le gritó que se callara. El enojo de mi padre continuó creciendo al punto de
destruir la silla en la que él estaba sentado
B. Describiendo
las "Espinas"
Cuando me casé, me prometí a mí mismo no romper las
cosas, ni actuar como mi padre. Me preocupé de mi conducta exterior, sin dale
importancia a mi corazón.
Como en todo matrimonio se producen desacuerdos,
pero mis reacciones frente a esos desacuerdos eran exacerbadas
Mi enojo podría haber empezado como un enojo justo,
pero ese enojo justo se distorsionaba a un enojo pecaminoso, con reacciones que
mostraban lo que había en mi corazón.
Pero me encontré levantando la voz, dando puñetazo
a las paredes y dando portazos. Yo estaba repitiendo la conducta de mi padre.
Fue duro para mi darme cuenta que yo no era mejor que mi padre.
Agregado a lo anterior, pecaba y me permitía el ir
a dormir enojado rompiendo el mandato bíblico dado a través de Pablo (Efesios
4:26) y no me importaba dejar de hablarle a mi esposa.
Mientras escribo esto, me asumo arrepentido de mi
comportamiento y de la necedad que había en mi corazón (Eclesiastés 7:9).
Mi relación matrimonial se caracterizaba por mi
insensatez y no por mi sabiduría. Estaba echando a perder algo muy bueno que
Dios me había dado, me estaba comportando a todo lo contrario que dice el
Apóstol Pablo en Efesios 5:15. No estaba teniendo cuidado de cómo vivía junto a
mi esposa.
Una vez que
mi cuenta de que en mi algo estaba mal, traté de controlar mis reacciones.
Empecé a centrarme en las razones de mi enojo, lo que empezaba como un enojo
justo derivaba hacia reacciones injustas hacia los que estaban a mi alrededor.
Las espinas producidas como respuesta pecaminosa a
un pasado de violencia emocional y física, que era mi calor pasado (Lane, pag
122) también fueron producidas durante la exposición al calor presente.
Una de las cosas que recuerdo era mi reacción
frente a alguna conducta de mi esposa que me parecía hiriente de parte, aunque
su intención no hubiera sido herirme. Yo respondía vengativamente y hacia algo
de vuelta en contra de ella, con el solo objetivo de herirla. Es tan real
cuando Santiago dice que en la ira del hombre no actúa justicia de Dios
(Santiago 1.20).
A pesar de todo, mi esposa continuó conmigo, como
una compañera incondicional. Hoy día, mirando hacia atrás debo decir que
mientras escribo me pregunto a mí mismo ¿Cómo yo pude ser tan tonto con la
mujer que me amaba y que me sigue amando? La única respuesta que tengo es la
gracia de Dios.
En este punto el planteamiento de Lane cobra aún
más fuerza cuando dice que “como pecadores,
tendemos a responder pecaminosamente a las circunstancias de la vida” (Pag
133), pues de esa manera vivía mi relación con mi esposa y de esa manera me
comportaba, ignorando que mi identidad no se basaba en mi definición de lo que
es justo. Hoy entiendo que todo lo que soy, mi identidad, es resultado de la muere
y resurrección de Cristo de entre los muertos (Romanos 6).
Quiero resaltar nuevamente una de las cosas que he
aprendido durante las clases de la Dra. Park, que las circunstancias difíciles
de la vida no hacen que nuestras respuestas pecaminosas a esas circunstancias
se transformen en justas y/o correctas.
El enojo tan solo producía más enojo. Aún recuerdo
en los primeros años de matrimonio estar enojado conmigo mismo por la forma
injusta de tratar a mi esposa. No sabía cómo solucionar lo que se estaba volviendo
un problema para mí y mi relación con mi esposa.
Algo
interesante en este punto, es que las soluciones intentadas son parte del
problema (Watzlawick, pag 51), más si son fuera del plan de Dios, también eran
espinas del mismo arbusto. Dentro de las soluciones intentadas se encontraban
enojarme contra mi padre por parecerme tanto a él. Otra de las soluciones era
perdonarme a mi mismo, este semestre recién aprendí la razón de por qué no
solucionaba, nada ya que el perdonarse a sí mismo no tiene base bíblica alguna
(Clase de la Dra. King de Consejería Bíblica de abril 05 del 20121).
Agregado a lo anterior, dentro de las malas soluciones
intentadas estuvo trabajar sobre mi baja autoestima (Welch, Pag 28), hoy lo
entiendo como una respuesta pecaminosa que tan solo buscaba acariciar mi ego
y/o inflar mi sentido de valía en base a mi egolatría.
Mi anhelo de atención y por lo tanto ser el centro
de atención iba en contra de considerar a los demás
como mejores a mi mismo "(Filipenses 2: 3). Mi enojo estaba enraizado en
los Welch llama “miedo al hombre” (Pag 15).
De acuerdo a Welch, el temor a las personas es
debido a que el otro puede humillarnos, rechazarnos, o inclusive amenazarnos
(Pag 23). Y mi respuesta a este miedo al hombre fue una respuesta pecaminosa,
es decir, el dejarme guiar por el enojo de las formas previamente descritas.
Hoy día mirando hacia atrás a los
primeros años de mi matrimonio quedó más que sorprendido frente a la fidelidad
de Dios. El Señor, a pesar de mí, cuidó mi matrimonio y nos permitió salir
adelante en todos los desafíos implica una vida en pareja. Con el tiempo
aprendí acerca de mi identidad en Cristo, de la importancia de aprender del
Señor a ser manso y humilde (Mateo 11:29) en mi relación conyugal. Pero algo de
tremenda bendición para mi vida, actitud perdonadora de mi esposa frente a mi
pecado.
C.
La "Cruz"
Yo no tengo claro a que edad
conocí al Señor, sólo que desde que tengo memoria yo quería aprender más a
cerca de Dios y a cerca de Su Hijo. Una de las porciones de las Escrituras que
me cautivó fue la que dice que de tal manera Dios me amó que Su Hijo dio la
vida por mi (Juan 3.16) y que ya no había condenación para mi debido a mis
pecados (Romanos 5.1). Para fue maravillo descubrir que la gracia de Dios me
había alcanzado. Comprendí la primera parte sentencia de Kyle Gangel “En
Cristo, hay suficiente gracia para cubrir cada pecado…” Con el tiempo he
llegado a comprender la otra parte de la cita de Gangel, es decir, que la
gracia también es “… para crecer en Cristo y para perseverar en un mundo
hostil” In Christ, there is sufficient grace to cover
every sin, to grow in Christ, and to persevere in a hostile world
Un hecho tremendamente relevante
para mi ha sido comprender que mi identidad no está basada en mis experiencias
traumáticas del pasado, sino en la muerte y resurrección de Cristo como muy
bien lo dice Romanos capítulo 6. Como muy bien lo dice Armand Tiffe “La
importancia de los romanos 6 en lo que se refiere a nuestra lucha contra el
pecado no puede ser exagerada” “The importance of
Romans 6 as it relates to our struggle against sin cannot be overstated”
Romanos 6 ha sido esencial para
mi. El niño física y emocionalmente abusado fue puesto en la cruz y lo que
ahora soy, mi identidad, es el resultado de la myerte y resurrección de Cristo.
Ese niño abusado no solo murió, sino que dio lugar a una nueva creación en
Cristo, uno que es esclavo de la justicia. Sin embargo, crecí en una iglesia
que se preocuparon mucho de la corrección doctrinal como lo describe muy bien
Lane en Como Cambia la Gente (pagina), dejaron
de lado la forma de relacionarnos entre nosotros y de como la comunidad te
pudiera llevar hacia la madurez y el cambio.
Aprender lo que Tiffe afirma que
“no hay hábito pecaminoso, ni tendencia, ni estilo de vida que esté más allá de
lo que se está abordando en Romanos 6” There’s
no sinful habit, no tendency, and no lifestyle that is beyond what’s being
addressed in Romans 6, implica asumir como bien dice nos habla las
Escrituras, el enojo es un problema que viene del corazón (Lucas 6:45) y la forma de combatir cualquier reacción
pecaminosa es posesionarse de nuestra identidad en Cristo y de allí llevar
cautivo todo pensamiento a los pies de Cristo (2 de Corintios 10:5). Centrarse
en vivir vidas de adoración reverente a Dios desde esta nueva identidad que el
creyente posee es muy importante.
Dios nos ha provisto en Cristo de
todo lo necesario para vivir una vida piadosa, somos participantes de la
naturaleza divina a través de la fe en el Señor Jesucristo (2 Pedro 1.3-4).
Como consecuencia podemos avanzar y progresar en este camino de santificación
iniciado en el momento en que recibimos a Cristo como Señor y Salvador.
El Padre no nos ha dejado solo
para enfrentar este desafío, Él ha enviado al Espíritu Santo que actúa en
nosotros guiándonos y llevándonos a toda la verdad (Juan 14.13). Porque el
propósito que debemos tener en nuestras vidas, es el mismo propósito que el Espíritu
Santo tiene, decir, glorificar al Señor Jesucristo (Juan 14.14). Es así que la
naturaleza divina con que nos ha dotado Dios nos capacita para vivir nuestra
vida piadosamente como Él quiere
(2 Pedro 1:3)
En conclusión, un enfoque
centrado en Cristo en relación a mi lucha implica asumirme como uno que he sido
muerto y resucitado en Cristo, que además soy poseedor de una naturaleza divina
que lo ha capacitado para vivir una vida piadosa que puede glorificar a Cristo,
teniendo en cuenta que todo esto implica un proceso al que hemos llamado
santificación progresiva en el que mi corazón será renovado a través de la
renovación de mi entendimiento en Cristo.
.
D. Frutos
Creo que habría por lo menos tres áreas en dónde sería
de mucha ayuda trabajar para producir frutos en mi vida
Primero, tener una actitud constante de perdón
hacia mi padre por la violencia física y emocional que sufrí cuando yo era
niño. El perdonar me permite aplicar a los otros el perdón que recibí de parte
del Señor. Un ejemplo práctico implica llevar este perdón hacia mi padre. El
perdón no implica dar explicaciones o justificaciones que impliquen suavizar su
conducta. Perdonar significa asumir que el otro pecó en contra mía sin importar
las razones. Por ejemplo, el algún momento yo explicaba la conducta agresiva de
mi padre por haber sido criado por un padrastro que fue violento y agresivo en
contra de él. De igual forma el perdón implicará el no guardar anhelos de venganza
o de justica en contra de él, sino que significa entregar cualquier venganza al
Señor, “Mia es la venganza, dice el Señor” (Romanos 12:19).
Segundo, hacer del arrepentimiento una contante en
mi vida. El arrepentimiento implica un cambio de pensar, en este caso, un
cambio de pensar respecto a dejarme llevar por el enojo. Las Escrituras enseñan
que en “la ira del hombre no actúa la justicia de Dios” (Santiago 1:20). El ser
movido por el enojo es establecer al propio enojo como rector de la vida,
desplazando a Dios del trono que ÉL tiene que ocupar en mi corazón. El enojo no
es solo un problema en relación a mi prójimo. Primordialmente el enojo es un
problema de mi corazón con Dios. Como muy bien nos dice Lane que a pesar de la
dificultad": “La Biblia nos enseña que un árbol frutal da fruto bajo el
calor abrasador" (Pag. 213)
Tercero, pedir perdón a mi esposa por mi
comportamiento pecaminoso al dejarme llevar por mi enojo. La conducta pecaminosa de otros en contra mía no hace ni
recto ni justo mi propio comportamiento. En otras palabras, yo no soy responsable de los
pecados cometidos en contra mía, pero si soy responsable de la conducta
pecaminosa que pudiera mantener como reacción de los pecados cometidos contra
mí. El pedir perdón persigue subsanar el corazón de la persona de la cual se ha
herido y en última instancia tratarla con la dignidad que el Señor nos demanda
tratar, es decir, implica llevar a la practica el mandamiento de “amar a tu
prójimo como a ti mismo” (Marco 12:21)
En conclusión, perdonar a mi padre y procurar la
reconciliación con él, mantener una actitud constante de arrepentimiento frente
al enojo de mi corazón, y pedir perdón a mi esposa por mi conducta pecaminosa
en el matrimonio son los primeros pasos para la producción de una abundante
cosecha. Estos tres pasos, ya son frutos en si mismos y deben ir de la mano de rendir
cuentas a un pastor que considero un buen amigo que no tendrá problemas en
confrontarme con mi pecado.
II.
Aplicaciones Para el Ministerio
Tengo por lo menos tres formas específicas en las
que podría incorporar la consejería bíblica en el contexto ministerial de la
iglesia local.
Primero, el liderazgo de la Iglesia local debiera
estar involucrado. Los pastores así como los diáconos debieran involucrarse en
pensar a la iglesia local como una comunidad que procura la transformación
continua de cada uno de los miembros que son parte del cuerpo (Efesios 4) de la comunidad local, así como de las
familias y de sus miembros. Los lideres son la clave para que la Iglesia local
lleve a cabo la tarea de Kelleman llama “los imperativos del evangelio” (p 21).
Friedman afirma que lo que sucede en los lideres de las congregaciones resume
muy bien el proceso de la congregación en la cual lideran (p 220). Por
otra parte, Lane nos dice que el liderazgo de una iglesia necesita tener
“claridad sobre su misión y propósito” (p 243). Entonces
esto implica capacitar al liderazgo en los propósitos transformacionales que la
iglesia local tiene para la gloria del Señor. El rol
del liderazgo va más allá de solo enseñar y predicar cada semana (Kelleman, pag
22).
Segundo, el liderazgo ha de capacitar a
los hermanos para que ellos lleven a cabo el ministerio (Efesios 4 11-16).
Entonces el énfasis de este segundo punto es llevar el anhelo y la visión del
liderazgo a los miembros de la iglesia. No solo los lideres deben tener claro
la visión, sino que cada hermano de la congregación debe estar, como muy bien
dice Kelleman, “comprometidos en esta guerra espiritual” (pag 23). Es así como
el mismo Kelleman nos dice que necesitamos pastores que estén comprometidos con
“enseñar doctrina solida de la Palabra de Dios” (Pag 29)
Tercero, cada grupo y subgrupo de la
iglesia local debieran estar involucrados en la visión transformadora,
redentora y sanadora de la Iglesia Local. Cada uno de los miembros deben
transformarse en sanadores de unos hacia los otros. Es un
poder tremendamente liberador que cada uno de los miembros del grupo pudiera
encontrar consuelo y animo en las circunstancias dolorosas que son parte de la
vida (Kelleman, pag 26) y que cada uno tenga palabras de consuelo y ánimo. Y de
esta manera transformarse en personas maduras y de una madurez creciente. No es
solo dejar de pecar, sino que es acercase gozosamente a Cristo y disfrutar la
presencia de Cristo en nuestras vidas. Y para llegar a este punto es necesario
que cada uno de los miembros de la iglesia local sea desafiada a un crecimiento
continuo. Y aquí es esencial que como iglesia “hablemos la verdad en amor”
(Efesios 4:15) de acuerdo con Powlison, “el amor es el único fundamento para un
ministerio que diga la verdad” (pag 188) con el objetivo de edificarnos unos a
otros.
En conclusión, para incorporar a la iglesia local
un buen trabajo de consejería bíblica que considere a toda la iglesia como una
comunidad sanadora y restauradora, se hace necesario que los pastores, ancianos
y diáconos sean capacitados en los principios de la consejería bíblica. Y que
este cuerpo de lideres capaciten a los demás miembros de la iglesia local para
que cada uno asuma el desafío de vivir vidas que buscan la transformación
propia y de aquellos que los rodean.
Hay varios conceptos que me han
ayudado mucho a comprender los conceptos básicos de la consejería bíblica.
Lo primero que debemos considerar
es que estamos en medio de un mundo caído. El mundo en el que estamos no es el
mundo que vino directamente de la mano de Dios al principio. Al comienzo de la
creación de los primeros seres humanos, el mundo no era como es ahora. El mundo
está sujeto a la corrupción y nos hemos desarrollado y hemos crecido en un
mundo que está bajo el maligno. Este
mundo caído no es el mundo que inicialmente Dios creó.
Por otra parte, la conferencia
del 22 de marzo sobre el perdón fue tremendamente importante para mí. En
especial el hecho de que debemos aplicar la cruz en lo relativo al perdón –
perdonar como Dios nos perdonó en Cristo. La conferencia sobre la importancia
del perdón y no tener la visión del mundo de la venganza contra quienes nos
lastimaron. Asumir que el perdón está liberando a la persona que nos lastimó de
la responsabilidad moral, y que el perdón es para la gloria de Dios, fue muy
importante. Pero lo que más me gustó fue saber que perdonarse a uno mismo no
tiene base bíblica. El perdón de Dios es suficiente y debemos regocijarnos con
gozo en el perdón que Dios nos ha dado en Cristo.
En segundo lugar, nos acercamos
al mundo con un corazón lleno de pecado. Incluso nosotros mismos, sin Cristo,
estamos esclavizados al pecado. No afrontamos las situaciones del mundo de
forma neutral o con el corazón vacío. Afrontamos las circunstancias que vivimos
de tal manera que nuestro propio pecado se hace presente en la forma en que
buscamos resolver nuestros problemas. De acuerdo a la clase del 08 de febrero
del 2021, la Dra. Park planteó, que el objetivo de la clase será contestar le
pregunta ¿Cómo la gente cambia? Y que entender el concepto de que el corazón es
la esencia del hombre es fundamental.
Finalmente, Dios no se sorprende
y no entra en shock por nuestro pecado. Dios sabe muy bien lo que hemos vivido
y lo que viviremos, sea bueno o malo. Dios no es un policía cósmico que siempre
busca nuestra condenación. Siempre buscará nuestra restauración. Deberíamos ir
a él y no escapar de él. Nuestra verdadera liberación, perdón y redención están
en Dios. Nuestra mirada debe estar puesta en la eternidad, más aún, debemos
posicionarnos desde la eternidad para mirar nuestras pruebas de la vida
Los planteamientos de Powlison
fueron muy reveladores en relación las diferentes olas de la psiquiatría y que
en particular la última de ella nos aporta explicaciones de índole biológico (página
246). a los problemas emocionales, pero no aporta soluciones reales y duraderas
Emlet nos llama a ser cautelosos
con los sistemas de diagnóstico psiquiátrico (página 17) ya que los
diagnósticos psiquiátricos son un conjunto de descripciones de síntomas, pero
no son de naturaleza etiológica o explicativa (página 21) Dado que los
diagnósticos psiquiátricos son un conjunto de descripciones, no son
explicaciones causales, no explican el motivo de la alteración (página 26). Sin
embargo, no debemos negar la utilidad del diagnóstico psiquiátrico (página 47).
Finalmente. La charla sobre la
ira de la Dra. Park del 22 de marzo me pareció muy interesante porque es un
problema que estuvo presente en mi vida. Entender que era un problema del
corazón y que involucraba todo mi ser fue revelador para mí, me llevó a una
vida de arrepentimiento constante.
Es así que el actual curso de
consejería fue tremendamente útil para mi vida personal y para mi vida
ministerial. Fui desafiado de manera personal para vivir una vida temerosa a
Dios
Bibliography
Emlet, Michael. Descriptions &
Prescriptions. New Growth Press. Greensboro. NC. 2017
Friedman, E.H. Generation to Generation:
Family Process in Church and Synagogue. The Guilford Press. New York. NY.
1985.
Fry, John. Using the Wilderness to Expose
the Heart - Association of Certified Biblical Counselors (biblicalcounseling.com)
Gangel, Kyle. How God's Grace Shapes
Counseling - Association of Certified Biblical Counselors
(biblicalcounseling.com)
Glass, Margaret. Disappointment - Association
of Certified Biblical Counselors (biblicalcounseling.com)
Kellemen, Bob and Kevin Carson, eds. Biblical
Counseling and the Church. Zondervan. Grand Rapids. Michigan. 2015
Lane, Tim and Paul Tripp. How People
Change. New Growth Press. Greensboro. NC. 2006
Park, Lilly. Week 2 Video,08 February 2021.
Biblical Counseling and the Church; Introduction and chapters 1 – 3. CNSLN3203
Principles of Biblical Counsel. Spring, 2021
Park,
Lilly. Week 8 Video 22 March 21. Anger is discussed along with Biblical
references; after the break conflict is discussed. CNSLN3203 Principles of
Biblical Counsel. Spring, 2021
Powlison, David. Seeing with New Eyes.
New Growth Press. Greensboro. NC. 2003
Tiffe, Armand. Counseling and our Union with
Christ - Association of Certified Biblical Counselors (biblicalcounseling.com)
Tripp,
Paul. Instrumentos en las Manos del Redentor. Publicaciones Faro de
Gracia. Bogotá. Colombia. 2012
Watzlawick, P., Weakland, J.H. &
Fish,R. Cambio:
Formación y Solución de los Problemas Humanos. Editorial Herder.
Barcelona. 1992
Welch,
Ed. When People are Big and God
is Small. New Growth Press.
Greensboro. NC. 1997
Yuille, Stephen. Spiritual Strength -
Association of Certified Biblical Counselors (biblicalcounseling.com)