miércoles, 28 de abril de 2021

 

BIBLICAL COUNSELING PAPER:

    Santificación Personal

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By

Rodrigo Vidal Mendoza

Abril 26, 2021

 


El presente paper está basado en el libro "COMO CAMBIA LA GENTE" de Timothy Lane y Paul David Tripp (www.newgrowthpess.com)

Fue hecho en el contexto de un trabajo sobre la persona del Consejero Bíblico

Para un mejor entendimiento lo que se escribe más adelante hay que tomar en cuenta las siguientes definiciones que Lane y Tripp dan respecto a los términos:

CALOR: Son las circunstancias externas que las personas atraviesan en la vida, pueden ser buenas o malas.

LAS ESPINAS: Son las respuestas pecaminosas que da la persona a las circunstancias externas que le ha tocado vivir. 

FRUTOS: Son las respuestas justas y misericordiosas que la persona da a las circunstancias externas que le ha tocado vivir

LA CRUZ: Es la experiencia de ser llevado a la muerte y resurrección de Cristo por la sola fe en el Cristo muerto y resucitado

CORAZÓN: Es la esencia de la persona


I.                    Santificación Personal

 

A.    Resumiendo, el "Calor"

 

Yo tengo varios recuerdos sobre mi padre reaccionando él violentamente contra mi madre y yo, gritando, rompiendo platos y muebles porque él quería imponen su perspectiva de las cosas o él quería que las cosas se hicieran a la manera que él estimaba conveniente. Yo me indignaba, me parecía muy injusta su reacción en contra de mi madre y en contra mía, Yo me enfurecía mucho cuando mi padre me agredía físicamente, en particular cuando esto sucedía delante de otras personas.

Yo recuerdo una vez a mi padre tomar un martillo y destruir una silla con ese martillo, solo porque le dije que no quería ir a comprar algo que él me había pedido. Mi madre en esa ocasión le dijo que yo estaba cansado. Frente a la defensa de mi madre, mi padre se enojó tanto y él le gritó que se callara. El enojo de mi padre continuó creciendo al punto de destruir la silla en la que él estaba sentado

 

 


 

B.     Describiendo las "Espinas"

 

Cuando me casé, me prometí a mí mismo no romper las cosas, ni actuar como mi padre. Me preocupé de mi conducta exterior, sin dale importancia a mi corazón.

Como en todo matrimonio se producen desacuerdos, pero mis reacciones frente a esos desacuerdos eran exacerbadas

Mi enojo podría haber empezado como un enojo justo, pero ese enojo justo se distorsionaba a un enojo pecaminoso, con reacciones que mostraban lo que había en mi corazón.

Pero me encontré levantando la voz, dando puñetazo a las paredes y dando portazos. Yo estaba repitiendo la conducta de mi padre. Fue duro para mi darme cuenta que yo no era mejor que mi padre.

Agregado a lo anterior, pecaba y me permitía el ir a dormir enojado rompiendo el mandato bíblico dado a través de Pablo (Efesios 4:26) y no me importaba dejar de hablarle a mi esposa.

Mientras escribo esto, me asumo arrepentido de mi comportamiento y de la necedad que había en mi corazón (Eclesiastés 7:9).

Mi relación matrimonial se caracterizaba por mi insensatez y no por mi sabiduría. Estaba echando a perder algo muy bueno que Dios me había dado, me estaba comportando a todo lo contrario que dice el Apóstol Pablo en Efesios 5:15. No estaba teniendo cuidado de cómo vivía junto a mi esposa.

  Una vez que mi cuenta de que en mi algo estaba mal, traté de controlar mis reacciones. Empecé a centrarme en las razones de mi enojo, lo que empezaba como un enojo justo derivaba hacia reacciones injustas hacia los que estaban a mi alrededor.

Las espinas producidas como respuesta pecaminosa a un pasado de violencia emocional y física, que era mi calor pasado (Lane, pag 122) también fueron producidas durante la exposición al calor presente.

Una de las cosas que recuerdo era mi reacción frente a alguna conducta de mi esposa que me parecía hiriente de parte, aunque su intención no hubiera sido herirme. Yo respondía vengativamente y hacia algo de vuelta en contra de ella, con el solo objetivo de herirla. Es tan real cuando Santiago dice que en la ira del hombre no actúa justicia de Dios (Santiago 1.20).

A pesar de todo, mi esposa continuó conmigo, como una compañera incondicional. Hoy día, mirando hacia atrás debo decir que mientras escribo me pregunto a mí mismo ¿Cómo yo pude ser tan tonto con la mujer que me amaba y que me sigue amando? La única respuesta que tengo es la gracia de Dios.

En este punto el planteamiento de Lane cobra aún más fuerza cuando dice que “como pecadores, tendemos a responder pecaminosamente a las circunstancias de la vida” (Pag 133), pues de esa manera vivía mi relación con mi esposa y de esa manera me comportaba, ignorando que mi identidad no se basaba en mi definición de lo que es justo. Hoy entiendo que todo lo que soy, mi identidad, es resultado de la muere y resurrección de Cristo de entre los muertos (Romanos 6).

Quiero resaltar nuevamente una de las cosas que he aprendido durante las clases de la Dra. Park, que las circunstancias difíciles de la vida no hacen que nuestras respuestas pecaminosas a esas circunstancias se transformen en justas y/o correctas.

El enojo tan solo producía más enojo. Aún recuerdo en los primeros años de matrimonio estar enojado conmigo mismo por la forma injusta de tratar a mi esposa. No sabía cómo solucionar lo que se estaba volviendo un problema para mí y mi relación con mi esposa.

  Algo interesante en este punto, es que las soluciones intentadas son parte del problema (Watzlawick, pag 51), más si son fuera del plan de Dios, también eran espinas del mismo arbusto. Dentro de las soluciones intentadas se encontraban enojarme contra mi padre por parecerme tanto a él. Otra de las soluciones era perdonarme a mi mismo, este semestre recién aprendí la razón de por qué no solucionaba, nada ya que el perdonarse a sí mismo no tiene base bíblica alguna (Clase de la Dra. King de Consejería Bíblica de abril 05 del 20121).

Agregado a lo anterior, dentro de las malas soluciones intentadas estuvo trabajar sobre mi baja autoestima (Welch, Pag 28), hoy lo entiendo como una respuesta pecaminosa que tan solo buscaba acariciar mi ego y/o inflar mi sentido de valía en base a mi egolatría.

Mi anhelo de atención y por lo tanto ser el centro de atención iba en contra de considerar a los demás como mejores a mi mismo "(Filipenses 2: 3). Mi enojo estaba enraizado en los Welch llama “miedo al hombre” (Pag 15).

De acuerdo a Welch, el temor a las personas es debido a que el otro puede humillarnos, rechazarnos, o inclusive amenazarnos (Pag 23). Y mi respuesta a este miedo al hombre fue una respuesta pecaminosa, es decir, el dejarme guiar por el enojo de las formas previamente descritas.

            Hoy día mirando hacia atrás a los primeros años de mi matrimonio quedó más que sorprendido frente a la fidelidad de Dios. El Señor, a pesar de mí, cuidó mi matrimonio y nos permitió salir adelante en todos los desafíos implica una vida en pareja. Con el tiempo aprendí acerca de mi identidad en Cristo, de la importancia de aprender del Señor a ser manso y humilde (Mateo 11:29) en mi relación conyugal. Pero algo de tremenda bendición para mi vida, actitud perdonadora de mi esposa frente a mi pecado.


 

C.    La "Cruz"

 

Yo no tengo claro a que edad conocí al Señor, sólo que desde que tengo memoria yo quería aprender más a cerca de Dios y a cerca de Su Hijo. Una de las porciones de las Escrituras que me cautivó fue la que dice que de tal manera Dios me amó que Su Hijo dio la vida por mi (Juan 3.16) y que ya no había condenación para mi debido a mis pecados (Romanos 5.1). Para fue maravillo descubrir que la gracia de Dios me había alcanzado. Comprendí la primera parte sentencia de Kyle Gangel “En Cristo, hay suficiente gracia para cubrir cada pecado…” Con el tiempo he llegado a comprender la otra parte de la cita de Gangel, es decir, que la gracia también es “… para crecer en Cristo y para perseverar en un mundo hostil” In Christ, there is sufficient grace to cover every sin, to grow in Christ, and to persevere in a hostile world

Un hecho tremendamente relevante para mi ha sido comprender que mi identidad no está basada en mis experiencias traumáticas del pasado, sino en la muerte y resurrección de Cristo como muy bien lo dice Romanos capítulo 6. Como muy bien lo dice Armand Tiffe “La importancia de los romanos 6 en lo que se refiere a nuestra lucha contra el pecado no puede ser exagerada” “The importance of Romans 6 as it relates to our struggle against sin cannot be overstated”

Romanos 6 ha sido esencial para mi. El niño física y emocionalmente abusado fue puesto en la cruz y lo que ahora soy, mi identidad, es el resultado de la myerte y resurrección de Cristo. Ese niño abusado no solo murió, sino que dio lugar a una nueva creación en Cristo, uno que es esclavo de la justicia. Sin embargo, crecí en una iglesia que se preocuparon mucho de la corrección doctrinal como lo describe muy bien Lane en Como Cambia la Gente (pagina), dejaron de lado la forma de relacionarnos entre nosotros y de como la comunidad te pudiera llevar hacia la madurez y el cambio.

Aprender lo que Tiffe afirma que “no hay hábito pecaminoso, ni tendencia, ni estilo de vida que esté más allá de lo que se está abordando en Romanos 6” There’s no sinful habit, no tendency, and no lifestyle that is beyond what’s being addressed in Romans 6, implica asumir como bien dice nos habla las Escrituras, el enojo es un problema que viene del corazón (Lucas 6:45) y la forma de combatir cualquier reacción pecaminosa es posesionarse de nuestra identidad en Cristo y de allí llevar cautivo todo pensamiento a los pies de Cristo (2 de Corintios 10:5). Centrarse en vivir vidas de adoración reverente a Dios desde esta nueva identidad que el creyente posee es muy importante.

Dios nos ha provisto en Cristo de todo lo necesario para vivir una vida piadosa, somos participantes de la naturaleza divina a través de la fe en el Señor Jesucristo (2 Pedro 1.3-4). Como consecuencia podemos avanzar y progresar en este camino de santificación iniciado en el momento en que recibimos a Cristo como Señor y Salvador.

El Padre no nos ha dejado solo para enfrentar este desafío, Él ha enviado al Espíritu Santo que actúa en nosotros guiándonos y llevándonos a toda la verdad (Juan 14.13). Porque el propósito que debemos tener en nuestras vidas, es el mismo propósito que el Espíritu Santo tiene, decir, glorificar al Señor Jesucristo (Juan 14.14). Es así que la naturaleza divina con que nos ha dotado Dios nos capacita para vivir nuestra vida piadosamente como Él quiere (2 Pedro 1:3)

En conclusión, un enfoque centrado en Cristo en relación a mi lucha implica asumirme como uno que he sido muerto y resucitado en Cristo, que además soy poseedor de una naturaleza divina que lo ha capacitado para vivir una vida piadosa que puede glorificar a Cristo, teniendo en cuenta que todo esto implica un proceso al que hemos llamado santificación progresiva en el que mi corazón será renovado a través de la renovación de mi entendimiento en Cristo.

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D.    Frutos

 

Creo que habría por lo menos tres áreas en dónde sería de mucha ayuda trabajar para producir frutos en mi vida

Primero, tener una actitud constante de perdón hacia mi padre por la violencia física y emocional que sufrí cuando yo era niño. El perdonar me permite aplicar a los otros el perdón que recibí de parte del Señor. Un ejemplo práctico implica llevar este perdón hacia mi padre. El perdón no implica dar explicaciones o justificaciones que impliquen suavizar su conducta. Perdonar significa asumir que el otro pecó en contra mía sin importar las razones. Por ejemplo, el algún momento yo explicaba la conducta agresiva de mi padre por haber sido criado por un padrastro que fue violento y agresivo en contra de él. De igual forma el perdón implicará el no guardar anhelos de venganza o de justica en contra de él, sino que significa entregar cualquier venganza al Señor, “Mia es la venganza, dice el Señor” (Romanos 12:19).

Segundo, hacer del arrepentimiento una contante en mi vida. El arrepentimiento implica un cambio de pensar, en este caso, un cambio de pensar respecto a dejarme llevar por el enojo. Las Escrituras enseñan que en “la ira del hombre no actúa la justicia de Dios” (Santiago 1:20). El ser movido por el enojo es establecer al propio enojo como rector de la vida, desplazando a Dios del trono que ÉL tiene que ocupar en mi corazón. El enojo no es solo un problema en relación a mi prójimo. Primordialmente el enojo es un problema de mi corazón con Dios. Como muy bien nos dice Lane que a pesar de la dificultad": “La Biblia nos enseña que un árbol frutal da fruto bajo el calor abrasador" (Pag. 213)

Tercero, pedir perdón a mi esposa por mi comportamiento pecaminoso al dejarme llevar por mi enojo. La conducta pecaminosa de otros en contra mía no hace ni recto ni justo mi propio comportamiento. En otras palabras, yo no soy responsable de los pecados cometidos en contra mía, pero si soy responsable de la conducta pecaminosa que pudiera mantener como reacción de los pecados cometidos contra mí. El pedir perdón persigue subsanar el corazón de la persona de la cual se ha herido y en última instancia tratarla con la dignidad que el Señor nos demanda tratar, es decir, implica llevar a la practica el mandamiento de “amar a tu prójimo como a ti mismo” (Marco 12:21)

En conclusión, perdonar a mi padre y procurar la reconciliación con él, mantener una actitud constante de arrepentimiento frente al enojo de mi corazón, y pedir perdón a mi esposa por mi conducta pecaminosa en el matrimonio son los primeros pasos para la producción de una abundante cosecha. Estos tres pasos, ya son frutos en si mismos y deben ir de la mano de rendir cuentas a un pastor que considero un buen amigo que no tendrá problemas en confrontarme con mi pecado.

 

 

 

 


 

II.  Aplicaciones Para el Ministerio

 

Tengo por lo menos tres formas específicas en las que podría incorporar la consejería bíblica en el contexto ministerial de la iglesia local.

Primero, el liderazgo de la Iglesia local debiera estar involucrado. Los pastores así como los diáconos debieran involucrarse en pensar a la iglesia local como una comunidad que procura la transformación continua de cada uno de los miembros que son parte del cuerpo (Efesios 4) de la comunidad local, así como de las familias y de sus miembros. Los lideres son la clave para que la Iglesia local lleve a cabo la tarea de Kelleman llama “los imperativos del evangelio” (p 21). Friedman afirma que lo que sucede en los lideres de las congregaciones resume muy bien el proceso de la congregación en la cual lideran (p 220).  Por otra parte, Lane nos dice que el liderazgo de una iglesia necesita tener “claridad sobre su misión y propósito” (p 243). Entonces esto implica capacitar al liderazgo en los propósitos transformacionales que la iglesia local tiene para la gloria del Señor. El rol del liderazgo va más allá de solo enseñar y predicar cada semana (Kelleman, pag 22).

Segundo, el liderazgo ha de capacitar a los hermanos para que ellos lleven a cabo el ministerio (Efesios 4 11-16). Entonces el énfasis de este segundo punto es llevar el anhelo y la visión del liderazgo a los miembros de la iglesia. No solo los lideres deben tener claro la visión, sino que cada hermano de la congregación debe estar, como muy bien dice Kelleman, “comprometidos en esta guerra espiritual” (pag 23). Es así como el mismo Kelleman nos dice que necesitamos pastores que estén comprometidos con “enseñar doctrina solida de la Palabra de Dios” (Pag 29)

Tercero, cada grupo y subgrupo de la iglesia local debieran estar involucrados en la visión transformadora, redentora y sanadora de la Iglesia Local. Cada uno de los miembros deben transformarse en sanadores de unos hacia los otros. Es un poder tremendamente liberador que cada uno de los miembros del grupo pudiera encontrar consuelo y animo en las circunstancias dolorosas que son parte de la vida (Kelleman, pag 26) y que cada uno tenga palabras de consuelo y ánimo. Y de esta manera transformarse en personas maduras y de una madurez creciente. No es solo dejar de pecar, sino que es acercase gozosamente a Cristo y disfrutar la presencia de Cristo en nuestras vidas. Y para llegar a este punto es necesario que cada uno de los miembros de la iglesia local sea desafiada a un crecimiento continuo. Y aquí es esencial que como iglesia “hablemos la verdad en amor” (Efesios 4:15) de acuerdo con Powlison, “el amor es el único fundamento para un ministerio que diga la verdad” (pag 188) con el objetivo de edificarnos unos a otros.

En conclusión, para incorporar a la iglesia local un buen trabajo de consejería bíblica que considere a toda la iglesia como una comunidad sanadora y restauradora, se hace necesario que los pastores, ancianos y diáconos sean capacitados en los principios de la consejería bíblica. Y que este cuerpo de lideres capaciten a los demás miembros de la iglesia local para que cada uno asuma el desafío de vivir vidas que buscan la transformación propia y de aquellos que los rodean.

 

 

 

 

 


 

III.  Reflexiones personales

 

Hay varios conceptos que me han ayudado mucho a comprender los conceptos básicos de la consejería bíblica.

Lo primero que debemos considerar es que estamos en medio de un mundo caído. El mundo en el que estamos no es el mundo que vino directamente de la mano de Dios al principio. Al comienzo de la creación de los primeros seres humanos, el mundo no era como es ahora. El mundo está sujeto a la corrupción y nos hemos desarrollado y hemos crecido en un mundo que está bajo el maligno.  Este mundo caído no es el mundo que inicialmente Dios creó.

Por otra parte, la conferencia del 22 de marzo sobre el perdón fue tremendamente importante para mí. En especial el hecho de que debemos aplicar la cruz en lo relativo al perdón – perdonar como Dios nos perdonó en Cristo. La conferencia sobre la importancia del perdón y no tener la visión del mundo de la venganza contra quienes nos lastimaron. Asumir que el perdón está liberando a la persona que nos lastimó de la responsabilidad moral, y que el perdón es para la gloria de Dios, fue muy importante. Pero lo que más me gustó fue saber que perdonarse a uno mismo no tiene base bíblica. El perdón de Dios es suficiente y debemos regocijarnos con gozo en el perdón que Dios nos ha dado en Cristo.

En segundo lugar, nos acercamos al mundo con un corazón lleno de pecado. Incluso nosotros mismos, sin Cristo, estamos esclavizados al pecado. No afrontamos las situaciones del mundo de forma neutral o con el corazón vacío. Afrontamos las circunstancias que vivimos de tal manera que nuestro propio pecado se hace presente en la forma en que buscamos resolver nuestros problemas. De acuerdo a la clase del 08 de febrero del 2021, la Dra. Park planteó, que el objetivo de la clase será contestar le pregunta ¿Cómo la gente cambia? Y que entender el concepto de que el corazón es la esencia del hombre es fundamental.

En tercer lugar, la fantasía dice que no vamos a enfrentar problemas en la vida y que no vamos a tener altibajos distorsiona nuestras expectativas y nos hace creer que la vida será fácil. Esta actitud produce mayores problemas de ansiedad y depresión en las personas y otros problemas relacionales. La vida involucra una guerra espiritual que esencialmente tiene lugar en nuestro corazón. SI embargo es esencial para el cambio poner nuestra confianza en Jesús, no solo para nuestra salvación, sino que para vivir piadosamente

Finalmente, Dios no se sorprende y no entra en shock por nuestro pecado. Dios sabe muy bien lo que hemos vivido y lo que viviremos, sea bueno o malo. Dios no es un policía cósmico que siempre busca nuestra condenación. Siempre buscará nuestra restauración. Deberíamos ir a él y no escapar de él. Nuestra verdadera liberación, perdón y redención están en Dios. Nuestra mirada debe estar puesta en la eternidad, más aún, debemos posicionarnos desde la eternidad para mirar nuestras pruebas de la vida

Los planteamientos de Powlison fueron muy reveladores en relación las diferentes olas de la psiquiatría y que en particular la última de ella nos aporta explicaciones de índole biológico (página 246). a los problemas emocionales, pero no aporta soluciones reales y duraderas

Emlet nos llama a ser cautelosos con los sistemas de diagnóstico psiquiátrico (página 17) ya que los diagnósticos psiquiátricos son un conjunto de descripciones de síntomas, pero no son de naturaleza etiológica o explicativa (página 21) Dado que los diagnósticos psiquiátricos son un conjunto de descripciones, no son explicaciones causales, no explican el motivo de la alteración (página 26). Sin embargo, no debemos negar la utilidad del diagnóstico psiquiátrico (página 47).

Finalmente. La charla sobre la ira de la Dra. Park del 22 de marzo me pareció muy interesante porque es un problema que estuvo presente en mi vida. Entender que era un problema del corazón y que involucraba todo mi ser fue revelador para mí, me llevó a una vida de arrepentimiento constante.

Es así que el actual curso de consejería fue tremendamente útil para mi vida personal y para mi vida ministerial. Fui desafiado de manera personal para vivir una vida temerosa a Dios

 

Bibliography

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Gangel, Kyle. How God's Grace Shapes Counseling - Association of Certified Biblical Counselors (biblicalcounseling.com)

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 Park, Lilly. Week 8 Video 22 March 21. Anger is discussed along with Biblical references; after the break conflict is discussed. CNSLN3203 Principles of Biblical Counsel. Spring, 2021

Powlison, David. Seeing with New Eyes. New Growth Press. Greensboro. NC. 2003

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Welch, Ed. When People are Big and God is Small. New Growth Press. Greensboro. NC. 1997

Yuille, Stephen. Spiritual Strength - Association of Certified Biblical Counselors (biblicalcounseling.com)