martes, 8 de mayo de 2018
¿DEPRESIÓN ESPIRITUAL?
El olvidar el llamado que Dios ha realizado es una de las principales causas por las cuales las personas caen en la trampa de la depresión espiritual.
El olvidar el llamado va de la mano con el olvidar el sentido de propósito que la persona experimenta cuando la persona percibe por primera vez el llamado de Dios.
Elias estando frente a los sacerdotes de Baal no experimentó el olvido de su llamado, por lo tanto tenía claro el propósito de sus acciones.
Una de las principales síntomas que aparece en aquellos que experimentan lo que hemos llamado "depresión espiritual" es el miedo. El miedo domina el corazón de aquel que ha olvidado las promesas de Dios, el miedo lidera cuando las promesas de Dios ya no apasionan la mente y el corazón del creyente. Si la persona está en el liderazgo, al olvidar su llamado y su propósito, y motivada por el miedo, buscará huir de las responsabilidades propias de su función, así como de sus relaciones interpersonales, es decir, se esconderá siguiendo el ejemplo de Elías, olvidando los triunfos del pasado será motivado por pensamientos que se contraponen a las promesas de Dios. Habiendo olvidado las promesas de Dios, la carne toma el lugar soplando ideas de un desastroso futuro.
Cuando tu futuro lo veas desastroso y te surja el miedo a pesar de estar en el camino del Señor, es la carne quién te está hablando.
El miedo y la depresión espiritual siempre van juntos, nunca caminan por separados. Y el miedo nos lleva pensar que el único escape es la muerte. Entonces, si tu voz interna comienza a hablarte de cuán terrible es todo lo que estás viviendo y que tu única salida es la muerte, ten por seguro de que es la carne, como esclava del enemigo, quién está hablando en tu mente.
Vuélvete a Dios y comienza a recordar las maneras que Él te ha sacado victoriosa en el pasado, recuerda las antiguas historias de la Biblia y de cómo Él abrió el Mar Rojo, sustentó a Israel en el desierto y como abrió el rio Jordán para que pueblo de Dios pasara en seco. Por sobre todo recuerda de cómo Dios levantó de la misma muerte a Jesús, así Dios mismo te levantará de la situación que estás viviendo.
ALGUNOS CONSEJOS:
Recuerda tu llamado, no olvides tu propósito, que es proclamar la Gloria de tu Dios, de aquel que te llamó de las tinieblas a su luz admirable
Los pensamientos son como las olas del mar, y tú como un surfista. Tú decides en cuál ola montarte. Si tu ola es "esto no tiene sentido" chocarás en contra de la roca de la desperación. Hazte responsable de lo que piensas.
Desecha todo pensamiento que no es conforme a las promesas de Dios
No dejes de congregarte, siempre hay una palabra que marcará la diferencia. Una sola palabra puede actuar como semilla para producir una abundante cosecha de gozo
Asúmente como ayudador, porque es en el dolor en dónde Dios más trabaja.
La Escuela de Dios es la Escuela del Quebrantamiento, procura graduarte en ella
No te permitas pensar que Dios te ha abandonado. Si escuchas en tu mente esta idea, está fuera de toda lógica. Dios ya abandonó a Su Hijo para nunca más abandonar a los suyos.
Busca buenos consejeros, rodeate de aquellos que van a animarte, consolar y confrontar en amor.
Por sobre todo vuelvete a la simpleza de Evangelio: "Cristo murió y resucitó conforme a las Escrituras"
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