jueves, 12 de diciembre de 2024

Diferencias y conexiones teológicas entre la remoción del pecado en Éxodo 34:6-7 y el Salmo 51 según la LXX

 Diferencias y conexiones teológicas entre la remoción del pecado en Éxodo 34:6-7 y el Salmo 51 según la LXX

La Biblia presenta múltiples perspectivas sobre el pecado y su solución, expresadas con diversos matices lingüísticos y teológicos. Dos pasajes que ilustran estas diferencias y conexiones son Éxodo 34:6-7 y el Salmo 51 (50 LXX). Mientras el primero retrata a Dios proclamando su carácter y disposición a perdonar, el segundo es el clamor del salmista por ser limpiado y restaurado tras un grave pecado. En la Septuaginta (LXX), la selección de términos griegos para traducir el hebreo resalta diferentes aspectos del perdón divino. Este ensayo explorará las diferencias y conexiones teológicas entre la descripción del tratamiento del pecado en Éxodo 34:6-7 y el Salmo 51, analizando los términos clave utilizados en la LXX.

El contexto y su relevancia en la comprensión del perdón divino

Éxodo 34:6-7 se ubica en el contexto de la renovación del pacto tras el incidente del becerro de oro (Éx 32). El pecado de la idolatría representaba una grave infracción contra el pacto recién establecido entre Dios e Israel, rompiendo la confianza que debía sustentar la relación. En medio de esta crisis, Dios se revela a Moisés proclamando su Nombre y su carácter: “¡Yahvé, Yahvé!, Dios compasivo y clemente, lento para la ira, grande en misericordia y verdad, que guarda misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la transgresión y el pecado…” (Éx 34:6-7). Este momento crucial afirma que la restauración del pueblo no depende de nuevos sacrificios o ritos adicionales, sino de la esencia misma de Dios, quien es capaz de “remover” el pecado.

Por otro lado, el Salmo 51 proviene de un contexto personal e íntimo. Tradicionalmente vinculado al pecado de David con Betsabé y el asesinato de Urías (2 Sam 11-12), el salmo expresa la angustia del individuo consciente de su propia culpa. A diferencia del pueblo en el Sinaí, cuya restauración la inicia Dios proclamando su carácter, el salmista se vuelve activamente hacia Dios, suplicando limpieza, purificación y restauración interior. Aquí, no se trata únicamente del ordenamiento institucional del pacto, sino de la transformación del corazón y la renovación de la comunión con el Creador.

El término ἀφαιρέω (aphaireō) en Éxodo 34:6-7: acción soberana y unilateral de Dios

En la LXX, la palabra griega clave en Éxodo 34:6-7 es ἀφαιρέω (aphaireō), utilizada para traducir el verbo hebreo נָשָׂא (nāśāʾ). Este verbo hebreo tiene el sentido fundamental de “alzar” o “llevar”; aplicado al pecado, la idea es que Dios se lo “carga” o lo “remueve”. El acto divino descrito no es simplemente un mirar a otro lado; es una acción efectiva donde Dios retira la carga del pecado del culpable, asumiendo así una iniciativa soberana.

El uso de ἀφαιρέω realza que el perdón divino aquí no se enmarca en un contexto de ritual o acción humana, sino que es la gracia activa de Dios que libera al transgresor. Tras el grave pecado de la idolatría, Dios no ordena un sacrificio especial. La renovación del pacto se funda en el carácter misericordioso y fiel que Él mismo proclama. Por ende, la remoción del pecado no es una respuesta a la súplica humana, sino una expresión espontánea de la naturaleza de Dios. El énfasis en Éxodo 34 está, por tanto, en la soberanía divina: Dios se muestra libre de perdonar y de restaurar a su pueblo, a pesar de la magnitud de su infidelidad.

Los términos del Salmo 51: ἐξαλείφω (exaleiphō), πλένω (plēnō), καθαρίζω (katharizō) y ῥαντίζω (rhantizō)

En el Salmo 51, el discurso cambia notablemente. Aquí no aparece ἀφαιρέω (aphaireō), sino otros términos que el salmista emplea para suplicar el perdón. Estos términos no sólo matizan el sentido del perdón, sino que lo vuelven un proceso relacional y transformador, expresado a través de metáforas de borrado, lavado, purificación y aspersión.

  1. ἐξαλείφω (exaleiphō): “borrar”
    El primer término que aparece (Sal 51:1 LXX 50:1) es ἐξαλείφω, con el que el salmista pide a Dios: “Borra mis transgresiones” (ἐξάλειψον τὰ ἀνομήματά μου). Este verbo sugiere una eliminación total, como si se borrara un escrito de un pergamino. La metáfora apunta a la anulación del registro de la culpa. Mientras que en Éxodo 34 la iniciativa divina es clara y soberana, aquí el salmista pide de manera explícita que Dios interfiera en la historia personal del pecado, tachando el registro del delito. La acción sigue siendo divina, pero el acento recae en la necesidad del hombre de un acto que borre la culpa que lo mancha.

  2. πλένω (plēnō): “lavar”
    En el versículo siguiente (Sal 51:2 LXX 50:2), se emplea πλένω: “Lávame de mi iniquidad” (πλῦνον με ἀπὸ τῆς ἀνομίας μου). Esta imagen remite a la acción de limpiar suciedad incrustada. La culpa no es sólo un acta de cargos (como la metáfora del borrado), sino una mancha que necesita ser tallada y removida. Este verbo enfatiza la profundidad del problema del pecado: no sólo se necesita eliminar el registro, sino también limpiar la esencia misma del individuo. La acción divina, en respuesta a la súplica, lava al pecador desde fuera, indicando que no es algo que el ser humano pueda lograr por sí mismo.

  3. καθαρίζω (katharizō): “purificar”
    En el mismo versículo, el salmista pide: “y de mi pecado purifícame” (καὶ ἀπὸ τῆς ἁμαρτίας μου καθάρισόν με). Mientras πλένω sugiere un lavado externo, καθαρίζω va más allá: implica una transformación integral, la eliminación de todo aquello que contamina el interior. Purificar conlleva la idea de un cambio cualitativo, no sólo legal (como podría ser la eliminación del registro) o superficial (como el quitar una mancha externa), sino un proceso de sanación interna que restaura la integridad del individuo ante Dios. Aquí el salmista reconoce la necesidad de una purificación que llegue a la raíz de su ser.

  4. ῥαντίζω (rhantizō): “rociar”
    En el versículo 7 (LXX 50:7), el salmista añade otra metáfora: “Rocíame con hisopo y seré limpio” (ῥαντιεῖς με ὑσσώπῳ, καὶ καθαρισθήσομαι). La acción de rociar con hisopo remite a los rituales del Antiguo Testamento, donde el hisopo se usaba para purificaciones ceremoniales (Lev 14:4-7; Núm 19:18). Este acto litúrgico simboliza la purificación autorizada por Dios, una restauración a la comunidad de los puros. Aquí la súplica del salmista integra un elemento ritual, no como un medio independiente de perdón, sino como un símbolo de la gracia divina que restablece la santidad del individuo. No es la ceremonia la que perdona, sino Dios actuando por medio de ella como señal visible de la limpieza interior.

Comparando las perspectivas: soberanía divina versus súplica humana

La diferencia central entre Éxodo 34 y el Salmo 51, reflejada en la elección de términos, se plasma en la relación entre Dios y el ser humano ante el pecado. En Éxodo 34, el perdón aparece como un acto soberano de Dios, una declaración de su carácter fiel y compasivo que no depende del clamor del pueblo. El término ἀφαιρέω (aphaireō) refuerza la idea de que es Dios quien retira o levanta el pecado. Allí, la iniciativa divina para perdonar al pueblo tras su traición idólatra surge sin que se mencione una petición formal de Israel. El énfasis recae en la esencia misericordiosa de Dios, que supera incluso las ofensas más graves.

Por el contrario, el Salmo 51 muestra al ser humano consciente de su culpabilidad, suplicando activamente el perdón divino. No aparece ἀφαιρέω, sino una serie de verbos que implican acciones divinas de limpieza, purificación y borrado. Si en Éxodo 34 el perdón se presenta como un atributo innato del carácter de Dios, en el Salmo 51 el perdón se revela como una respuesta a la súplica del pecador arrepentido. Aquí el énfasis se desplaza de la soberanía divina absoluta hacia la interacción dinámica entre Dios y el ser humano. No se trata de que Dios cambie, sino de que la perspectiva del pecador cobra protagonismo.

En otras palabras, el mismo Dios que actúa en Éxodo 34 para remover el pecado de su pueblo sin un pedido explícito, es el Dios al que el salmista se dirige en el Salmo 51, seguro de que sus ruegos no caerán en oídos sordos. La teología del perdón contempla así dos dimensiones: la iniciativa soberana de Dios y la súplica humana que se aferra al carácter divino ya proclamado.

Conexiones teológicas: una sola fuente de perdón en diferentes escenarios

A pesar de sus diferentes énfasis, ambas perspectivas se complementan. En Éxodo 34, la proclamación del carácter de Dios sienta las bases para la esperanza del pecador arrepentido en el futuro. Lo que Dios revela de sí mismo en el Sinaí—su compasión, su fidelidad, su voluntad de quitar el pecado—es la misma realidad que el salmista invoca cuando pide ser borrado, lavado, purificado y rociado.

El salmista, en el Salmo 51, no inventa su teología del perdón de la nada. Él sabe que Dios es misericordioso y compasivo, que “perdona la maldad, la transgresión y el pecado” (Éx 34:7). Con este conocimiento, el salmista formula sus peticiones, confiando en que el mismo Dios que perdonó a Israel tras la idolatría ahora responderá a su clamor personal. Así, la súplica del salmista se asienta en la iniciativa divina ya revelada. El perdón sigue teniendo su origen en Dios, pero el orante se apropia de esa verdad, haciéndola la base de su petición y esperanza.

Dimensión interna y relacional del perdón

Otra conexión teológica surge de la forma en que el Salmo 51 expande el entendimiento del perdón. En Éxodo 34, el énfasis recae en la relación entre Dios y su pueblo como entidad colectiva, con el perdón manifestado en la renovación del pacto y la continuación del plan divino. En el Salmo 51, el foco se centra en la transformación del individuo, la limpieza del corazón, la purificación interna. Esto no contradice la acción soberana de Dios en Éxodo 34, sino que la complementa mostrando que el perdón no sólo es la remoción del pecado a nivel comunitario, sino también la purificación personal y la restauración de una relación íntima con Dios.

Al suplicar el borrado de las transgresiones, el lavado de la iniquidad, la purificación del pecado y el rociado con hisopo, el salmista ilustra que el perdón tiene consecuencias psicológicas y espirituales profundas. Su culpa no se limita a un asunto legal; es una mancha en su ser interior que necesita ser erradicada para que pueda habitar en la presencia divina sin culpa ni vergüenza. Esta dimensión personal del perdón encuentra su razón de ser en el mismo Dios que, en Éxodo 34, mostró su misericordia para con la comunidad. No es un perdón distinto, sino la misma gracia desplegada en el nivel íntimo del corazón humano.

Conclusión

La comparación entre Éxodo 34:6-7 y el Salmo 51, a través de los términos de la LXX, revela aspectos complementarios del perdón divino. Por un lado, Éxodo 34 enfatiza la soberanía y la iniciativa unilateral de Dios al remover el pecado (ἀφαιρέω, aphaireō), mostrando que el perdón es una expresión intrínseca de la naturaleza divina. Por otro, el Salmo 51, con su gama de verbos (ἐξαλείφω, πλένω, καθαρίζω, ῥαντίζω), destaca la perspectiva del pecador arrepentido, quien clama por la intervención divina, reconociendo su dependencia de esa misericordia activa y transformadora.

Ambas imágenes no se oponen, sino que se enriquecen mutuamente. La proclamación soberana del perdón en Éxodo 34 fundamenta la esperanza del salmista en el Salmo 51, mientras que la plegaria del salmista pone de manifiesto la dimensión personal, relacional y transformadora del perdón divino que ya se anticipaba en el carácter misericordioso de Dios. Así, la teología bíblica del perdón se despliega en una armonía entre la acción soberana de Dios y el clamor humano por la limpieza, subrayando siempre que la fuente última del perdón es el Dios fiel, compasivo y lleno de misericordia.


Aspecto

Éxodo 34 (Hebreo)

Éxodo 34 (LXX)

Salmo 51 (Hebreo)

Salmo 51 (LXX)

Pecado: Iniquidad

עָוֹן (ʿāwōn)

ἀνομία (anomia)

עָוֹן (ʿāwōn)

ἀνομία (anomia)

Pecado: Transgresión

פֶּשַׁע (pešaʿ)

ἀδικία (adikia)

פֶּשַׁע (pešaʿ)

ἀδικία (adikia)

Pecado: Pecado

חַטָּאָה (ḥaṭṭāʾāh)

ἁμαρτία (hamartia)

חַטָּאָה (ḥaṭṭāʾāh)

ἁμαρτία (hamartia)

Perdón: Quitar/Borrar

נָשָׂא (nāśāʾ)

ἀφαιρέω (aphaireō)

מָחָה (maḥāh)

ἐξαλείφω (exaleiphō)

Perdón: Lavar

-

-

כָּבַס (kābas)

πλένω (plenō)

Perdón: Purificar

-

-

טָהֵר (ṭāhēr)

καθαρίζω (katharizō)

viernes, 29 de noviembre de 2024

COMPARACIONES FONETICAS EN EL HEBREO

 30 ejemplos limitándome estrictamente a las comparaciones fonéticas del hebreo 


1. Isaías 5:7

"Esperó justicia (tzedaka), y he aquí clamor (tze'aka)."

  • Juego fonético: Tzedaka vs. tze'aka.
  • Significado: Contrasta lo que Dios esperaba (rectitud) con lo que encontró (clamor de injusticia).

2. Joel 3:14

"Multitudes en el valle de la decisión (kharúts)."

  • Juego fonético: Kharôn (ira) vs. kharúts (decisión).
  • Significado: Relación entre el juicio (ira) y la resolución divina.

3. Génesis 2:7

"Jehová Dios formó al hombre (adam) del polvo de la tierra (adamah)."

  • Juego fonético: Adam vs. adamah.
  • Significado: Conexión del hombre con su origen terrenal.

4. Génesis 11:9

"Por eso fue llamado su nombre Babel, porque allí confundió (balal) Jehová el lenguaje."

  • Juego fonético: Babel vs. balal.
  • Significado: Ironía sobre la confusión en la ciudad.

5. Amós 8:2

"Ha venido el fin (qetz) sobre mi pueblo Israel."

  • Juego fonético: Qayitz (fruta madura) vs. qetz (fin).
  • Significado: Relación entre madurez y juicio inminente.

6. Jeremías 1:11-12

"Veo una vara de almendro (shaked). Bien has visto, porque yo apresuro (shoked) mi palabra."

  • Juego fonético: Shaked vs. shoked.
  • Significado: Prontitud de la acción divina.

7. Éxodo 16:15

"¿Qué es esto? (man hu)."

  • Juego fonético: Man hu (¿qué es esto?) vs. man (maná).
  • Significado: El asombro del pueblo define el alimento.

8. Isaías 7:9

"Si no creyereis (ta'aminu), no permaneceréis (te'amenu)."

  • Juego fonético: Ta'aminu vs. te'amenu.
  • Significado: Conexión entre fe y estabilidad.

9. Isaías 10:33-34

"Desgajará (zamar) el ramaje con violencia."

  • Juego fonético: Zamar (podar) vs. ya'ar (bosque).
  • Significado: Juicio divino representado por cortar un bosque.

10. Isaías 22:5

"Día de alboroto (sha'on) y asolamiento (sha'ah)."

  • Juego fonético: Sha'on vs. sha'ah.
  • Significado: Intensificación del mensaje de destrucción.

11. Éxodo 32:12

"Vuélvete del ardor de tu ira (kharôn)."

  • Juego fonético: Kharôn (ira) vs. kharúts (determinación).
  • Significado: Relación entre la ira y la resolución divina.

12. Isaías 41:19

"Daré cedros (erez) en el desierto."

  • Juego fonético: Erez (cedro) vs. erez (tierra).
  • Significado: Restauración en un lugar árido.

13. Isaías 55:13

"En lugar de zarzas crecerán cipreses."

  • Juego fonético: Tachat (en lugar de) vs. tsamach (crecer).
  • Significado: Transformación de la desolación en bendición.

14. Oseas 1:4

"Llama su nombre Jezreel (Yizre'el)."

  • Juego fonético: Yizre'el (Dios siembra) vs. juicio.
  • Significado: Relación entre siembra y destrucción.

15. Miqueas 1:10

"En Gat (gat) no lloréis en Baca (baka)."

  • Juego fonético: Gat (prensa de uvas) vs. baka (llorar).
  • Significado: Relación entre nombres de lugares y sus significados.

16. Habacuc 3:17

"Aunque la higuera (te'enah) no florezca."

  • Juego fonético: Te'enah (higuera) vs. ta'anah (aflicción).
  • Significado: Desolación representada por la ausencia de frutos.

17. Génesis 49:16

"Dan juzgará (dan) a su pueblo."

  • Juego fonético: Dan vs. dan.
  • Significado: Relación entre el nombre de la tribu y su rol.

18. Salmo 80:8

"Hiciste venir una vid (gefen) de Egipto."

  • Juego fonético: Gefen (vid) vs. gan (jardín).
  • Significado: Simbolismo de cuidado divino.

19. Malaquías 1:3

"Edom será llamado territorio de impiedad."

  • Juego fonético: Edom (rojo) vs. adam (hombre).
  • Significado: Conexión entre el juicio y su identidad.

20. Ezequiel 37:11

"Huesos secos (atzamot), nuestra esperanza está perdida."

  • Juego fonético: Atzamot (huesos) vs. etzah (esperanza).
  • Significado: Relación entre desesperación y restauración.

21. Isaías 1:18

"Aunque vuestros pecados sean como la grana (shani), serán blancos como la nieve (shalag)."

  • Juego fonético: Shani (escarlata) vs. shalag (nieve).
  • Significado: Contraste entre pecado y purificación.

22. Jeremías 7:11

"¿Es cueva (me'arah) de ladrones este templo?"

  • Juego fonético: Me'arah (cueva) vs. me'ar (acumular).
  • Significado: Relación entre corrupción y el uso indebido del templo.

23. Zacarías 6:12

"He aquí el varón cuyo nombre es Renuevo (tsemach)."

  • Juego fonético: Tsemach vs. tsamach (brotar).
  • Significado: Representación del Mesías.

24. Isaías 30:28

"Para zarandear a las naciones con criba de destrucción (shav)."

  • Juego fonético: Shav (destrucción) vs. shavé (vacío).
  • Significado: La devastación del juicio.

25. Salmo 1:1

"Bienaventurado el hombre que no anduvo en consejo de malos (rashaim)."

  • Juego fonético: Rashaim (malos) vs. rasha (impío).
  • Significado: Llamado a la separación del pecado.

26. Éxodo 34:7

"Que guarda misericordia a millares, que perdona la iniquidad (avon) y la rebelión (pesha)."

  • Juego fonético: Avon vs. pesha.
  • Significado: Relación entre diferentes niveles de pecado.

27. Isaías 9:10

"Edificaremos con piedra cortada (gazit)."

  • Juego fonético: Gazit vs. gazaz (cortar).
  • Significado: Contraste entre esfuerzo humano y juicio.

28. Salmo 23:5

"Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores (tsar)."

  • Juego fonético: Tsar (enemigos) vs. tsar (estrechez).
  • Significado: Relación entre conflicto y aflicción.

29. Isaías 66:24

"El gusano (tola) de ellos no morirá."

  • Juego fonético: Tola (gusano) vs. tola'at (degradación).
  • Significado: Juicio eterno.

30. Lamentaciones 3:19

"Acuérdate de mi aflicción (ani) y de mi abatimiento."

  • Juego fonético: Ani (aflicción) vs. anah (gritar).
  • Significado: Relación entre sufrimiento y clamor.

martes, 8 de octubre de 2024

La Misericordia de Dios: Restauración y Gracia en Medio del Pecado

 Uno de los pecados que no se perdonaba en el Antiguo Pacto era tomar el nombre de Dios en vano. Es tan así que le dieron tanta importancia a este pecado que borraron el nombre de Dios para no pronunciarlo y no tomar Su nombre en vano. Otro pecado que no tenía perdón y que tenía la consecuencia de la muerte era el adulterio, la infidelidad. Cambiar a la esposa por otra era castigado con la muerte. Esto muestra la seriedad con que se trataban estos pecados en el Antiguo Pacto, el pacto de Moisés, donde no había posibilidad de perdonar ciertos pecados.

Cuando David pecó con Betsabé y mandó a matar a Urías, el esposo de Betsabé, para ocultar que ella estaba embarazada, David merecía la muerte. No había posibilidad de ofrecer ningún sacrificio que limpiara el pecado que David había cometido. La única opción para David en ese pecado era su muerte. Cuando el profeta Natán lo confronta, le cuenta la historia de un hombre rico que, teniendo muchas ovejas, mata el único corderito de un hombre pobre. David, indignado, sentencia que ese hombre debía pagar cuatro veces lo que había hecho. Entonces, Natán le dice: "Tú eres ese hombre". Le recuerda que Dios le había dado mucho, pero aún así, David tomó lo que no era suyo, la esposa de Urías. A pesar de este pecado, Natán le dice que no morirá, pero la espada no se apartará de su casa como consecuencia de su pecado.

El pecado de David fue tomar a una mujer que no era suya. Entonces, ¿cómo es que Dios lo perdonó? Dios lo perdonó no en base a sacrificios, porque no había ningún sacrificio que pudiera limpiar ese pecado, sino porque Dios quiso perdonarlo por pura gracia. El perdón de David fue por gracia, a pesar de lo que merecía. Dios lo bendijo abundantemente a pesar de que no merecía quedarse con Betsabé ni tener más hijos con ella. De hecho, de la relación con Betsabé nació Salomón, y a través de él vino la línea del Mesías.

Hermanos, este tema es complicado y a menudo no se habla en la iglesia. Si hoy tu primera esposa no es la que tienes, estás con ella por pura gracia. Esto es algo que debemos considerar con gratitud. La realidad es que nuestra primera mujer, según las Escrituras, es la primera con la que tuvimos relaciones sexuales, aunque no nos hayamos casado con ella. Esto es algo que la Biblia enseña claramente en Deuteronomio 22:28-29, donde se establece que si un hombre toma a una joven virgen y tiene relaciones con ella, debe casarse con ella porque la ha deshonrado.

El pecado de David fue diferente. Él merecía la muerte, pero Dios lo perdonó. Y esto nos lleva a reflexionar sobre la misericordia de Dios. David clamó a Dios en el Salmo 51 pidiendo perdón: "Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia". La misericordia en hebreo tiene dos aspectos: uno es "jesed", que refleja el propósito de amor de Dios, y el otro es como el amor de una madre hacia su hijo en el vientre. David pidió ser limpiado de su pecado, no por sus propios méritos, sino por la misericordia de Dios.

El Salmo 51 nos enseña cómo debemos acudir a Dios. David no podía ofrecer sacrificios para compensar su pecado. La única opción era la misericordia de Dios. Nosotros también debemos reconocer nuestra miseria y acudir a Dios en busca de perdón, porque el pecado nos contamina completamente. Debemos pedirle a Dios que nos lave y nos purifique.

Cristo, con su muerte en la cruz, estableció un nuevo pacto. No importa cuán grande haya sido nuestro pecado, la gracia de Dios es mayor. La sangre de Cristo nos da libre entrada al Trono de la Gracia. Por eso, como David, debemos clamar: "Lávame por completo de mi maldad, límpiame de mi pecado".

El pecado ciega, nos impide ver a Dios. Pero cuando confesamos nuestros pecados, Dios nos restituye el gozo. El único gozo verdadero se encuentra en el Señor, no en el pecado. Así como David clamó por ser librado de los delitos de sangre, nosotros también debemos clamar por ser librados de nuestros pecados, y confiar en que Dios nos perdona por su fidelidad.

David entendió que no podía ofrecer sacrificios para expiar su pecado. Nosotros tampoco podemos compensar nuestros pecados. No merecemos el perdón, no merecemos las bendiciones que Dios nos ha dado, pero por Su gracia y misericordia, Él nos ha bendecido a pesar de nuestro pecado.

David comprendió que sus sacrificios no eran suficientes para cubrir su pecado, y lo expresó en el Salmo 51: "Porque tú no te deleitas en sacrificio; de lo contrario, yo lo ofrecería." David estaba dispuesto a ofrecer sacrificios, pero sabía que su pecado era demasiado grande para que cualquier ofrenda lo cubriera. Lo que necesitaba era la misericordia de Dios. Y esa es también nuestra posición hoy. No merecemos el perdón ni las bendiciones que recibimos. No merecemos a nuestras esposas, a nuestros hijos, ni siquiera las cosas que disfrutamos diariamente. Pero, a pesar de eso, Dios nos ha bendecido. Nuestra respuesta a esto debe ser el reconocimiento de su gracia.

Por lo tanto, no estoy sugiriendo que alguien deje a su esposa, sino que reconozca la gracia inmerecida que ha recibido. Disfrutemos de las bendiciones que Dios nos ha dado, reconociendo que son un regalo inmerecido. Agradezcamos por nuestros hijos, por nuestras esposas, por nuestras vidas, no porque lo merezcamos, sino porque Dios, en su gran misericordia, ha decidido bendecirnos.

El sacrificio de Cristo en la cruz marcó el inicio de un nuevo pacto, uno en el que es posible el perdón. Este nuevo pacto se basa en la sangre de Cristo, quien pagó el precio por nuestros pecados. No importa cuán profundo sea el hoyo en el que nos encontremos, no importa si hemos pecado después de aceptar a Cristo, su gracia siempre es más grande. Su fidelidad es inquebrantable. Cristo no solo murió por nuestros pecados, sino que también resucitó y se presentó ante el Trono de Dios, abriendo el camino para que nosotros tengamos acceso al Trono de la Gracia a través de su sangre.

Esto significa que, sin importar cuán grande haya sido nuestro pecado, la respuesta siempre es acudir a Cristo. Él es quien nos limpia por completo de nuestra maldad. Y si realmente deseamos ser lavados de nuestro pecado, la única opción es Cristo. Él es el único que puede librarnos y purificarnos.

David lo entendió, por eso continúa en el Salmo 51 diciendo: "Porque yo reconozco mis transgresiones, y mi pecado está siempre delante de mí. Contra ti, contra ti solo he pecado." Esta es una declaración crucial, porque nos muestra que, aunque a veces pensamos que nuestros pecados no afectan a nadie más, en realidad todo pecado es en última instancia contra Dios. Aunque nadie más lo vea, Dios lo ve. Nuestro pecado no está oculto ante Sus ojos.

David no estaba tratando de excusarse ni de minimizar su pecado. Él lo reconoció abiertamente y clamó por misericordia. De la misma manera, nosotros debemos hacerlo. No podemos simplemente decir que no hemos hecho mal a nadie, porque cada pecado, grande o pequeño, afecta nuestra relación con Dios y con los demás. Somos parte de un cuerpo, el cuerpo de Cristo, y cuando uno de nosotros peca, todo el cuerpo sufre. Incluso si es un pecado oculto, afecta a toda la iglesia.

David continuó pidiendo a Dios que lo purificara con hisopo, un símbolo de limpieza usado en ceremonias en el Antiguo Testamento, como la limpieza de los leprosos o la ordenación de los sacerdotes. Esta limpieza con hisopo representaba un cambio de una condición de impureza a una de pureza. David clamó para ser completamente transformado, no solo superficialmente, sino desde lo más profundo de su ser.

Y aquí es donde entra la realidad más importante para nosotros. Somos hijos de Dios, entrañablemente amados en las manos de un Padre amoroso. No somos enemigos de Dios en manos de un Dios airado, sino hijos amados en manos de un Padre lleno de gracia. Esta es la verdad que debemos asumir: hemos sido lavados y limpiados por la sangre de Cristo. Nuestro pecado ha sido limpiado por Él.

David también clamó por un corazón limpio: "Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio y renueva un espíritu recto dentro de mí." Cuando pecamos, perdemos de vista a Dios. Ya no vemos Su mano obrando en nuestras circunstancias. Nos volvemos ciegos a Su presencia, tanto en nosotros como en los demás. Pero cuando confesamos nuestro pecado, Dios nos restituye el gozo de nuestra salvación. El pecado nos engaña haciéndonos creer que el gozo se encuentra en él, pero solo el verdadero gozo se encuentra en Dios.

Así como un alcohólico busca satisfacción en el alcohol pero solo encuentra vacío, nosotros también buscamos en el pecado lo que solo Dios puede darnos. El pecado promete una satisfacción que nunca se cumple. Es una mentira que nos aleja de la verdadera fuente de gozo, que es Dios. Cuando entendemos esto, encontramos el gozo real en el Señor.

David pidió ser librado de los delitos de sangre, porque él había matado a Urías. Clamó por la salvación de Dios y prometió que su lengua cantaría de gozo al declarar la justicia de Dios. Esto nos lleva a reflexionar sobre cómo enfrentamos nuestros propios pecados. Hoy en día, muchos consideran que el aborto es un derecho personal. Sin embargo, la Escritura nos recuerda que es un delito de sangre. No importa cuán justificable parezca, la vida en el vientre es sagrada, y debemos entender que Dios aborrece el derramamiento de sangre inocente.

Finalmente, David reconoce que Dios no se deleita en sacrificios: "Porque tú no te deleitas en sacrificio; de lo contrario, yo lo ofrecería." No había sacrificio que David pudiera ofrecer para expiar su pecado. Lo único que podía hacer era clamar a Dios por Su misericordia. Y lo mismo aplica para nosotros hoy. No hay nada que podamos hacer para ganar el perdón. Todo lo que tenemos es por la pura gracia de Dios.

Nuestra respuesta debe ser de gratitud y alabanza. Agradezcamos a Dios por lo que nos ha dado, a pesar de nuestros pecados. No merecemos a nuestras esposas, a nuestros hijos, ni las bendiciones que tenemos. Todo es por la gracia de Dios. Disfrutemos de lo que Dios nos ha dado, y vivamos agradecidos por Su misericordia.

El sacrificio de Cristo en la cruz inauguró un nuevo pacto que hizo posible el perdón y la reconciliación con Dios. No importa cuál haya sido nuestro pecado, si acudimos a Él con un corazón contrito y arrepentido, Dios nos perdonará. Su fidelidad es mayor que nuestro pecado, y Su gracia es suficiente para restaurarnos y reconciliarnos con Él.

David entendía muy bien que no podía ganarse el favor de Dios a través de sacrificios, porque su pecado era demasiado grave para ser expiado por ningún ritual. Así que su clamor no era ofrecer más sacrificios, sino acudir directamente a la misericordia de Dios. Esto nos enseña una lección fundamental: no podemos hacer nada para ganarnos el perdón de Dios. No importa cuánto nos esforcemos, cuánto hagamos o qué tipo de sacrificios ofrezcamos, no podemos borrar nuestros pecados por nosotros mismos. Solo la gracia de Dios puede hacerlo.

David continúa en el Salmo 51 diciendo: "Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios." Aquí radica el verdadero sacrificio que Dios busca: un corazón que reconoce su propia miseria, su propia necesidad de Dios. Este es el tipo de corazón que Dios no rechaza. David no acudió a Dios con arrogancia ni con excusas, sino con un corazón quebrantado y arrepentido.

Esto es lo que debemos aprender: Dios busca que, al confrontarnos con nuestro pecado, tengamos un espíritu quebrantado y un corazón contrito. No se trata de ofrecer algo material, sino de entregar nuestro ser, de reconocer nuestra incapacidad de salvarnos a nosotros mismos y nuestra necesidad de Su perdón y misericordia. Solo así podemos acercarnos a Dios de la manera correcta.

David también pide a Dios que reconstruya los muros de Jerusalén, lo cual simboliza la restauración espiritual. Jerusalén era el lugar donde habitaba la presencia de Dios, y los muros representaban protección y fortaleza. Cuando pecamos, es como si esos muros se derrumbaran en nuestras vidas. Perdemos nuestra protección espiritual, nos volvemos vulnerables y expuestos al enemigo. Por eso, David pide que Dios restaure esos muros, que vuelva a levantar las defensas de su corazón y su vida espiritual.

Así también debemos pedirle a Dios que, cuando caemos en pecado, restaure los "muros" de nuestras vidas. Necesitamos que Dios reconstruya lo que el pecado ha destruido en nosotros, que renueve nuestra relación con Él y que nos proteja de las influencias del mal. Solo Él puede darnos la fortaleza para resistir las tentaciones y vivir una vida que refleje Su santidad.

Este proceso de restauración no es automático. Requiere que nos humillemos delante de Dios, reconociendo que hemos pecado y que necesitamos Su intervención para ser transformados. Esto también implica que debemos vivir con un sentido de gratitud continua, sabiendo que todo lo que tenemos y todo lo que somos es por Su gracia y no por mérito propio.

Cuando David habla en el Salmo 51 sobre la restauración del gozo de su salvación, está hablando de algo que todos necesitamos. El pecado nos roba el gozo. Nos desconecta de la fuente de la verdadera alegría, que es Dios. Cuando pecamos, puede que temporalmente experimentemos placer, pero ese placer se desvanece rápidamente y deja un vacío aún mayor en nuestras vidas. El gozo que Dios da es diferente. Es un gozo duradero, un gozo que trasciende las circunstancias y que solo puede encontrarse en una relación restaurada con Él.

Por eso David clama: "Restitúyeme el gozo de tu salvación." Sabía que el gozo verdadero solo vendría cuando su relación con Dios fuera restaurada. Y lo mismo aplica para nosotros. No podemos encontrar verdadero gozo en ninguna otra cosa, sino solo en Dios. Es en la restauración de nuestra relación con Él, en el perdón que Él nos otorga, donde encontramos la paz y el gozo que tanto anhelamos.

Este gozo no es algo que podamos obtener por nuestras propias fuerzas. Es un regalo que Dios nos da cuando nos arrepentimos y volvemos a Él. David entendió esto, y por eso su oración era que Dios le devolviera ese gozo, que le diera la fuerza para continuar caminando en santidad.

Finalmente, David termina el Salmo diciendo: "Entonces agradarán los sacrificios de justicia, el holocausto u ofrenda del todo quemada; entonces se ofrecerán becerros sobre tu altar." Aquí vemos la clave de toda esta reflexión: una vez que el corazón ha sido restaurado y reconciliado con Dios, entonces los sacrificios materiales tienen sentido. Los sacrificios solo son agradables a Dios cuando provienen de un corazón que ha sido transformado. No son los sacrificios lo que nos salva, pero cuando nos acercamos a Dios con un corazón limpio, los actos de adoración y devoción tienen un valor real.

En nuestra vida diaria, esto significa que nuestros actos de servicio, nuestras oraciones, nuestra adoración, solo son significativos cuando vienen de un corazón que ha sido transformado por la gracia de Dios. No podemos esperar agradar a Dios simplemente cumpliendo rituales o haciendo buenas obras si nuestro corazón no está en el lugar correcto. Lo que Dios busca es un corazón sincero, un corazón dispuesto a reconocer su necesidad de Él y a vivir en obediencia a Su palabra.

En resumen, la historia de David en el Salmo 51 nos enseña sobre el poder transformador de la gracia de Dios. Nos muestra que, aunque nuestros pecados sean grandes, la gracia de Dios es mayor. Nos enseña que lo que Dios busca no son sacrificios materiales, sino un corazón quebrantado y arrepentido. Y nos recuerda que solo en la restauración de nuestra relación con Dios podemos encontrar el verdadero gozo y la verdadera paz.

Que este sea también nuestro clamor: que Dios cree en nosotros un corazón limpio, que restaure el gozo de nuestra salvación, y que nos permita vivir de acuerdo con Su voluntad. Que, como David, podamos reconocer nuestra necesidad de la misericordia de Dios y depender completamente de Su gracia para ser transformados.

 

domingo, 29 de septiembre de 2024

Diferencias entre los Suyos y los Enemigos de Dios: Una Distinción Eterna

 


Uno de los temas más recurrentes en la Biblia es la clara distinción que Dios hace entre su pueblo y aquellos que se oponen a él. A través de las Escrituras, esta división se revela como central en el plan redentor de Dios para la humanidad. La distinción no es solo una cuestión teológica abstracta, sino que tiene profundas implicaciones eternas. Aquellos que han aceptado a Jesucristo como su Salvador están bajo la justicia redentora y misericordiosa de Dios. Por el contrario, aquellos que rechazan a Cristo están destinados a enfrentar la ira y el juicio divinos.

Este contraste entre la justicia redentora y la ira de Dios es fundamental para comprender su plan de salvación. La Biblia enseña que Dios, en su justicia, no trata a todos por igual. En función de la relación del ser humano con Jesús, Dios ofrece salvación o permite que caiga la condena. En este ensayo, exploraremos la naturaleza de esta distinción, respaldada por las Escrituras, y cómo afecta la vida y el destino de cada ser humano.

Los Redimidos y los Salvados de la Ira

Romanos 5:9 nos proporciona una declaración crucial sobre los que están en Cristo: "Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira." Aquí, el apóstol Pablo explica que los creyentes, aquellos que han sido justificados por la sangre de Cristo, no están destinados a experimentar la ira de Dios. Esta es una promesa central para los cristianos: en Cristo, la ira de Dios ha sido apartada de sus vidas. La distinción entre "los suyos" y "los enemigos de Dios" es evidente en este versículo. Mientras que los enemigos de Dios enfrentan su juicio, los que están en Cristo disfrutan de la justificación y son liberados de la ira.

La justicia de Dios no es solo una cuestión de castigo por el pecado, sino una cuestión de redención para aquellos que han puesto su fe en Cristo. La sangre de Cristo no solo nos justifica, sino que nos salva del juicio que merecíamos. Este versículo nos recuerda que la ira de Dios no es para aquellos que han sido lavados por la sangre de Jesús, sino para aquellos que han rechazado su oferta de salvación. Así, el destino de los que han aceptado a Cristo es completamente diferente del destino de aquellos que lo rechazan.

Hijos de Ira versus Hijos de Justicia

Efesios 2:3-5 es un pasaje que describe la condición de todos los seres humanos antes de su redención: "Entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás. Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos)." Este pasaje revela la transformación que experimentan aquellos que son redimidos por la gracia de Dios. Antes de conocer a Cristo, todos éramos "hijos de ira". En otras palabras, nuestra condición natural nos colocaba bajo el juicio de Dios debido a nuestra desobediencia y nuestra inclinación hacia el pecado.

Pero, como dice Pablo, "Dios, que es rico en misericordia", interviene y nos rescata de esa condición. Este rescate es lo que marca la diferencia entre los suyos y los enemigos de Dios. Ya no somos hijos de ira, sino hijos de su justicia. En Cristo, hemos sido trasladados del reino de la oscuridad al reino de su luz. Esta distinción es fundamental para entender el evangelio. Dios, en su amor y misericordia, transforma nuestra condición y nos da vida en Cristo. Esta nueva vida en Cristo es lo que nos separa de aquellos que continúan bajo la ira de Dios.

La Distinción entre Creer y Rechazar a Cristo

Jesús mismo hace esta distinción clara en Juan 3:36, diciendo: "El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él." Este versículo es una declaración directa sobre el destino eterno de las personas basado en su relación con Cristo. Los que creen en Jesús tienen vida eterna, mientras que aquellos que lo rechazan están destinados a la ira de Dios. No hay término medio ni espacio para la neutralidad en esta enseñanza.

Aquí vemos la distinción más clara entre los suyos y los enemigos de Dios: aquellos que aceptan el mensaje del evangelio reciben vida eterna, mientras que aquellos que lo rechazan están bajo la condenación. La fe en Cristo es lo que separa a una persona de la ira de Dios. Este versículo no deja dudas sobre la seriedad de rechazar a Cristo. La ira de Dios no es algo temporal o transitorio; es una realidad para aquellos que persisten en su incredulidad y rechazo del plan redentor de Dios.

Destinados a Salvación, No a Ira

El plan de Dios para los que le pertenecen es salvación, no ira. 1 Tesalonicenses 5:9 declara: "Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo." Este versículo reitera el destino de los creyentes: no hemos sido destinados a sufrir la ira de Dios, sino a recibir su salvación a través de Jesucristo. Este es el propósito de Dios para su pueblo. En su amor y misericordia, Dios ha provisto un camino de salvación para que los que creen en Jesús puedan escapar de la condenación.

Este pasaje también subraya la importancia de comprender el propósito redentor de Dios. Dios no desea que nadie experimente su ira; su plan es que todos los que creen en Cristo alcancen la salvación. Sin embargo, aquellos que rechazan a Cristo se colocan fuera de este plan y, como resultado, enfrentan la ira de Dios. La distinción entre los suyos y los enemigos de Dios está vinculada directamente a la elección de aceptar o rechazar la salvación ofrecida en Cristo.

Hijos de Desobediencia y la Ira de Dios

Colosenses 3:6 dice: "Cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia." Este versículo nos muestra que aquellos que viven en desobediencia a Dios y rechazan su verdad están destinados a experimentar su ira. Los hijos de desobediencia, aquellos que conscientemente deciden rechazar la verdad de Dios y vivir en oposición a su voluntad, no pueden evitar las consecuencias de sus elecciones. La justicia de Dios demanda que el pecado sea confrontado y, si no hay arrepentimiento, la ira es el resultado.

Esta distinción entre los hijos de Dios y los hijos de desobediencia es crucial. Mientras que los hijos de Dios, aquellos que han aceptado a Cristo, viven bajo la justicia redentora de Dios, los hijos de desobediencia viven bajo la amenaza de su ira. Esta realidad pone de relieve la importancia del arrepentimiento y la aceptación de la salvación que Dios ofrece. Dios, en su justicia, no permitirá que la desobediencia y el pecado queden sin respuesta.

Explicación de la Distinción entre los Suyos y los Enemigos de Dios

Dios hace una clara distinción entre aquellos que han aceptado a Jesucristo como su Salvador y aquellos que lo rechazan. Los que creen en Cristo viven bajo la justicia redentora de Dios, cubiertos por su misericordia y gracia. Estos son los suyos, los que han sido apartados para la salvación eterna y la vida en comunión con Dios. Por otro lado, aquellos que rechazan a Cristo, los enemigos de Dios, enfrentan su ira y juicio.

Esta distinción no es solo teológica, sino que tiene profundas implicaciones eternas. Los que están en Cristo experimentan su salvación y vida eterna, mientras que los que lo rechazan están destinados a la condenación. Dios no desea que nadie experimente su ira, pero en su justicia, los que persisten en su desobediencia y rechazo del evangelio no pueden evitar las consecuencias de su elección.

En conclusión, la distinción entre los suyos y los enemigos de Dios es clara en las Escrituras. Aquellos que han aceptado a Cristo viven bajo la justicia redentora y misericordiosa de Dios, mientras que aquellos que lo rechazan están bajo su ira. Esta división tiene consecuencias eternas que cada ser humano debe considerar. El llamado del evangelio es a aceptar a Cristo y vivir bajo su justicia, escapando de la ira venidera y abrazando la vida eterna que solo él puede ofrecer.

jueves, 5 de septiembre de 2024

El Uso de ἱλασμός en la Septuaginta: Expiación, Perdón y Sarcasmo

TABLA COMPARATIVA DE HILASMOS

Versículo

Palabra Hebrea

Palabra Griega (LXX)

Éxodo 30:10

כָּפַר (kaphar)

ἐξιλασμός (exilasmos)

Levítico 23:27

כִּפּוּר (kippur)

ἐξιλασμός (exilasmos)

Levítico 23:28

כִּפּוּר (kippur)

ἐξιλασμός (exilasmos)

Levítico 25:9

כִּפּוּר (kippur)

ἐξιλασμός (exilasmos)

Números 5:8

כִּפּוּר (kippur)

ἐξιλασμός (exilasmos)

Salmo 130:4

סְלִיחָה (selichah)

ἱλασμός (hilasmos)

Ezequiel 7:25

קְפָדָה (qepada)

ἱλασμός (hilasmos)

Ezequiel 43:23

חָטָא (chatta)

ἐξιλασμός (exilasmos)

Daniel 9:9

סְלִיחָה (selichah)

ἱλασμός (hilasmos)

Amós 8:14

אָשָׁם (asham)

ἱλασμός (hilasmos)

La traducción de la Biblia hebrea al griego, conocida como la Septuaginta (LXX), no solo ofreció una transposición lingüística de los textos sagrados, sino que también capturó una rica variedad de significados y matices, incluyendo el uso retórico y emocional presente en los escritos hebreos. Un ejemplo fascinante de esto es el uso de la palabra griega ἱλασμός (hilasmos), que comúnmente se traduce como expiación o propiciación, pero cuya flexibilidad semántica permite observar contrastes interesantes entre el perdón, el ritual de expiación y el sarcasmo inherente en ciertos pasajes. Este ensayo explora el uso de hilasmos en la Septuaginta a través de varios pasajes, destacando su capacidad para capturar el tono, el contexto y, en algunos casos, la ironía de los textos hebreos originales.

ἱλασμός como Expiación Ritual

El término ἱλασμός en la Septuaginta se utiliza de manera coherente en contextos rituales donde el acto de expiación es central. La palabra hebrea más comúnmente traducida como hilasmos es כָּפַר (kaphar), que significa cubrir, purificar, expiar o reconciliar. Este uso se observa en textos como Éxodo 30:10 y varios pasajes de Levítico y Números, donde se describe el proceso ritual de expiación mediante el sacrificio de animales. El propósito de estos sacrificios era purificar los inmuebles de la contaminación debida a  los pecados del pueblo y restaurar su relación con Dios.

Por ejemplo, en Éxodo 30:10, el verbo hebreo כָּפַר se traduce como ἐξιλασμός en el contexto del sumo sacerdote Aarón haciendo purificación anual por la contaminación debida a los pecados del pueblo sobre los cuernos del altar. Aquí, el uso de hilasmos es directo y refleja el ritual sacrificial que se repetía anualmente como parte del culto en el templo. La expiación es un proceso definido y tangible que busca mantener limpio el lugar donde el pueblo se encuentra con Dios.

ἱλασμός como Perdón Divino

Aunque ἱλασμός suele asociarse con el sacrificio ritual, su uso en la Septuaginta también incluye un sentido más amplio de perdón y misericordia divina que no necesariamente está ligado a un acto sacrificial concreto. Un claro ejemplo de esto es Salmo 130:4, donde la palabra hebrea סְלִיחָה (selichah), que significa perdón, se traduce como ἱλασμός en la Septuaginta. Aquí, la expiación no se relaciona con un sacrificio específico, sino con el carácter misericordioso de Dios.

En este caso, hilasmos se usa para enfatizar que el perdón divino está disponible no solo a través de un acto ritual, sino como parte inherente de la relación de Dios con su pueblo. El Salmo 130:4 dice: "Porque contigo hay perdón, para que seas temido". Esta declaración de la misericordia de Dios va más allá de un acto ritual y expresa la naturaleza de Dios como un ser que está dispuesto a perdonar. En este contexto, hilasmos adquiere un matiz más espiritual y ético, subrayando la misericordia sin la necesidad de un ritual físico.

Sarcasmo en el Uso de ἱλασμός

Uno de los usos más intrigantes de ἱλασμός en la Septuaginta se encuentra en los pasajes donde los traductores parecen haber captado y reflejado un tono irónico o sarcástico en los textos hebreos originales. Dos ejemplos claros de esto se encuentran en Ezequiel 7:25 y Amós 8:14.

En Ezequiel 7:25, el hebreo utiliza la palabra קְפָדָה (qepada), que significa calamidad o destrucción, pero los traductores griegos eligen la palabra ἱλασμός (hilasmos y que en términos generales traduce la palabra kaphar -palabra que suena muy similar en el hebreo a qepada) que normalmente denota expiación o propiciación. El versículo describe una situación de juicio donde el pueblo busca paz, pero solo encuentran destrucción. El uso de hilasmos en este contexto parece ser un recurso irónico: el pueblo espera expiación y reconciliación, pero lo que reciben es calamidad. El contraste entre lo que se busca (paz y expiación) y lo que se recibe (destrucción) subraya la ironía del momento. En lugar de obtener el perdón, enfrentan el juicio definitivo de Dios.

De manera similar, en Amós 8:14, la palabra hebrea אָשָׁם (asham), que significa culpa, se traduce también como ἱλασμός en la Septuaginta. El pasaje describe a aquellos que juran por los falsos dioses de Samaria, diciendo "vive tu dios, oh Dan". El uso de hilasmos aquí, en lugar de una palabra que signifique directamente culpa, parece nuevamente sarcástico. Aunque el pueblo cree que su adoración idólatra les brindará expiación, en realidad están acumulando más culpa ante Dios. La traducción griega refuerza esta ironía, ya que en lugar de expiación verdadera, lo que se está jurando es culpa y transgresión.

Flexibilidad Semántica de ἱλασμός

Este análisis revela que los traductores de la Septuaginta no se limitaron a una simple equivalencia literal en su uso de ἱλασμός. Aunque el término mantiene su asociación fundamental con el concepto de expiación y/o purificación, los traductores lo emplearon de manera más amplia, incluyendo contextos de perdón divino y, en algunos casos, de juicio irónico. La elección de palabras en la LXX demuestra una comprensión profunda del significado más allá de la literalidad, captando los matices emocionales y retóricos del texto hebreo.

El uso sarcástico de ἱλασμός en pasajes como Ezequiel 7:25 y Amós 8:14 también refleja una cierta libertad interpretativa por parte de los traductores, quienes entendieron que la verdadera expiación no siempre está disponible para un pueblo obstinado en su idolatría y pecado. En lugar de reconciliación, el resultado es destrucción, y la ironía subraya la inutilidad de buscar expiación en un contexto de juicio inminente.

Conclusión

El uso de ἱλασμός en la Septuaginta nos ofrece una visión más rica y matizada del concepto de expiación en el mundo hebreo antiguo. Desde los sacrificios rituales hasta el perdón divino y el juicio sarcástico, hilasmos se emplea de diversas maneras para transmitir tanto la misericordia como el juicio de Dios. Los traductores de la LXX no solo tradujeron palabras, sino que también interpretaron los matices emocionales y retóricos del texto hebreo, permitiendo que el concepto de expiación se extendiera más allá de lo ritual para incluir el perdón, el sarcasmo y la ironía. Esto revela una comprensión profunda de la teología y la retórica bíblica por parte de los traductores griegos, y nos invita a reflexionar sobre cómo las palabras pueden captar tanto el significado como la emoción de un texto sagrado.

El Uso Sarcástico de Sonidos Similares y la Traducción de la LXX: Ezequiel 7:25 y Joel 3:14

Introducción:

En el estudio de los textos proféticos del Antiguo Testamento, la traducción de términos clave del hebreo al griego en la Septuaginta (LXX) ofrece una ventana fascinante hacia las interpretaciones de los traductores antiguos. Al examinar pasajes como Ezequiel 7:25 y Joel 3:14, se observa cómo el sarcasmo y la ironía emergen a través del uso deliberado de términos griegos que juegan con las expectativas del lector. Estos pasajes no solo transmiten un mensaje de juicio y retribución, sino que lo hacen con una agudeza retórica que enfatiza la distancia entre lo que el pueblo de Israel esperaba de Dios —reconciliación y expiación— y lo que realmente recibirían —destrucción y calamidad.

Este ensayo explora cómo la LXX utiliza términos como ἱλασμός (hilasmos) y δίκη (dike) en estos contextos, revelando el sarcasmo inherente en el mensaje profético. A través de este análisis, se busca destacar cómo la ironía lingüística subraya la severidad del juicio divino, mientras refuerza la narrativa de acción retributiva y/o vengativa que permea las advertencias proféticas.

El Sarcasmo en Ezequiel 7:25

En Ezequiel 7:25, el término hebreo קְפָדָה (qepada), que hace referencia a destrucción o calamidad, se traduce al griego de la LXX como ἱλασμός (hilasmos), un término que típicamente está relacionado con la expiación, la reconciliación y el perdón a través de un sacrificio propiciatorio. El uso de hilasmos en este contexto resulta irónico y sarcástico, dado que el pueblo de Israel, en lugar de recibir reconciliación con Dios, enfrenta un juicio severo por su desobediencia.

El hebreo qepada subraya la realidad del castigo que vendría sobre el pueblo. El contexto del pasaje indica que el pueblo buscaría paz (שָׁלוֹם, shalom), pero no la encontraría. En su lugar, recibirían destrucción. El uso de hilasmos en la LXX sugiere irónicamente que en medio de su desesperación por encontrar expiación, reconciliación y perdón, el pueblo en realidad encontraría calamidad. Este juego entre la expectativa de perdón y el resultado real de juicio añade una capa de sarcasmo que los traductores de la LXX supieron capturar magistralmente.

Joel 3:14: Valle de la Decisión y el Juicio Divino

En Joel 3:14, el término hebreo קָרוּץ (kjaruts, Strong H2742) se traduce en la LXX como δίκη (dike), un término griego que generalmente significa retribución o venganza. El versículo describe el "valle de la decisión" (RVR 1960), donde las naciones serán juzgadas por Dios. El hebreo kjaruts tiene varias posibles traducciones, que van desde "afilado o cortante" hasta "determinación", "decisión" o incluso el "acto de refinar el oro". Cada uno de estos matices aporta un trasfondo más profundo a la narrativa, pero la elección de dike por parte del traductor de la LXX destaca la ironía del juicio que caerá sobre las naciones.

Mientras que el "valle de la decisión" podría ser interpretado como un lugar donde las naciones esperan una resolución justa o una oportunidad de reconciliación, la traducción de kjaruts como dike cambia radicalmente el tono del pasaje. En lugar de ser un lugar de resolución, el valle se convierte en un escenario de venganza y retribución divina. Este contraste irónico subraya la gravedad del juicio: lo que las naciones esperaban como una simple decisión es, en realidad, una sentencia definitiva y severa.

La Ira Ardiente de Dios: Conexión entre Joel y Romanos

El término חָרוֹן (Kjārôn, Strong H2740), que significa "ira ardiente", es otro elemento importante en la comprensión de la retribución divina en estos textos. Aparece en pasajes como Éxodo 15:7, donde la ira ardiente de Dios consume a los enemigos de Israel, y en Éxodo 32:12, cuando Moisés intercede para que Dios se aparte de su ira ardiente contra el pueblo tras el pecado del becerro de oro.

En la LXX, Ḥjārôn se traduce como ὀργή (orge, ira), un término que Pablo retoma en Romanos 1:18 para describir la ira de Dios que se revela contra aquellos que se oponen a la actuación de Su fidelidad. La palabra orge en griego no solo denota enojo, sino una ira justa y retributiva, una respuesta adecuada a la injusticia y el pecado. En Joel 3:14, este mismo concepto de ira ardiente se manifiesta en el juicio que cae sobre las naciones en el valle de la decisión. Este es un eco de la orge mencionada en Romanos, donde la ira de Dios se revela contra aquellos que no reconocen Su fidelidad.

El Uso de Sonidos Similares y su Efecto Irónico

Tanto en Ezequiel 7:25 como en Joel 3:14, el uso de sonidos similares en el hebreo y las traducciones griegas ayuda a intensificar el sentido irónico. En Ezequiel, el sonido de קְפָדָה (qepada, calamidad) y כָּפַר (kaphar, expiación) crea un contraste entre el resultado esperado (paz y perdón) y el resultado real (destrucción y calamidad). Del mismo modo, en Joel, el término קָרוּץ (karuts, corte, desición) y su traducción como δίκη (dike, venganza) refuerzan la ironía: en lugar de recibir una simple resolución, las naciones se enfrentan a una retribución severa y vengativa.

Esta estrategia de usar términos que suenan similares pero tienen significados opuestos resalta el sarcasmo inherente en el mensaje profético: la esperanza de reconciliación se ve frustrada por la realidad del juicio inminente en contra de aquellos que se han posicionado como enemigos de Dios.

Conclusión

El análisis de Ezequiel 7:25 y Joel 3:14 en la LXX nos muestra que los traductores griegos no solo buscaban ser fieles al significado literal de las palabras hebreas, sino que también captaban los matices irónicos y sarcásticos presentes en los textos originales. Al elegir palabras griegas que evocan expectativas de reconciliación —como hilasmos en Ezequiel— o que subrayan la venganza divina —como dike en Joel—, los traductores refuerzan el contraste entre lo que el pueblo espera y lo que realmente ocurre.

Estos ejemplos muestran cómo el juego de sonidos similares en hebreo y las decisiones de los traductores en griego (LXX) no solo enriquecen nuestra comprensión del juicio divino, sino que también subrayan la profundidad y complejidad del mensaje profético. La ironía en la LXX refuerza la advertencia de los profetas: donde se esperaba perdón sin un verdadero arrepentimiento, llegó la calamidad; donde se esperaba justicia sin someterse al Dios de Justicia, llegó la venganza. Este uso inteligente de la traducción nos ayuda a captar mejor la naturaleza del juicio de Dios, que ha actuado, actúa y actuará en contra de Sus enemigos.

lunes, 26 de agosto de 2024

LA IMPORTANCIA DE LA INTERPRETACIÓN BÍBLICA A LA LUZ DE LOS PASAJES POSTERIORES: UN ENFOQUE COHERENTE

La interpretación de las Escrituras es una disciplina que requiere un enfoque cuidadoso y metódico, especialmente cuando se trata de entender la enseñanza y el significado detrás de los textos bíblicos. Una de las formas más efectivas de interpretar la Biblia es utilizando pasajes posteriores que arrojan luz sobre hechos descritos previamente en otros pasajes. Este enfoque no solo asegura coherencia en la interpretación, sino que también respeta la unidad de la revelación divina contenida en las Escrituras. Un ejemplo notable de este método es la forma en que Jesús interpreta la parábola del sembrador y su aplicación en la parábola del árbol de mostaza. Asimismo, el autor de Hebreos, en 13:11-13, nos ofrece una interpretación profunda de la muerte de Jesús al conectarla con los sacrificios del Día de la Expiación. Este ensayo defenderá la importancia de seguir esta línea interpretativa, tal como lo hace el autor de Hebreos, y argumentará que debemos aplicar esta metodología en nuestra comprensión de las Escrituras.


INTERPRETANDO LAS ESCRITURAS CON LAS ESCRITURAS

El principio de interpretar las Escrituras con las mismas Escrituras es fundamental para mantener una hermenéutica coherente y fiel. Un ejemplo claro de este principio lo encontramos en las enseñanzas de Jesús. En la parábola del sembrador (Mateo 13:3-9, 18-23), Jesús explica que las aves que comen la semilla representan al diablo que arrebata la palabra del corazón de las personas antes de que pueda echar raíces. Esta interpretación es directa y proviene de Jesús mismo, lo que la hace autoritativa.

Cuando llegamos a la parábola del árbol de mostaza (Mateo 13:31-32), observamos una similitud en el uso de la imagen de las aves. Siguiendo la línea interpretativa establecida por Jesús en la parábola del sembrador, es coherente entender que las aves en la parábola del árbol de mostaza también representan al diablo como sus demonios y sus doctrinas, anidando en el crecimiento del Reino. Aunque Jesús no ofrece una explicación explícita de las aves en esta parábola, aplicar la misma interpretación que Él utilizó anteriormente nos permite mantener una coherencia en el entendimiento de los símbolos bíblicos.

LA MUERTE DE JESÚS Y LA INTERPRETACIÓN DE HEBREOS 13:11-13

Otro ejemplo significativo de este enfoque interpretativo se encuentra en Hebreos 13:11-13. El autor de Hebreos conecta la muerte de Jesús con el ritual del sacrificio por el pecado (ḥaṭṭā't) en el Día de la Expiación. Este pasaje dice: "Porque los cuerpos de aquellos animales, cuya sangre es llevada al santuario por el sumo sacerdote como ofrenda por el pecado, son quemados fuera del campamento. Por lo cual también Jesús, para santificar al pueblo mediante su propia sangre, padeció fuera de la puerta." Aquí, el autor no sólo está ofreciendo una interpretación simbólica, sino que también está haciendo una correlación directa entre el tramiento dado a los restos de los sacrificios que se realizaban en el Día de la Expiación y la muerte de Jesús.

Este enfoque es crucial porque establece un patrón interpretativo para otros sacrificios de ḥaṭṭā't descritos en la Ley. La quema de los cuerpos fuera del campamento no era un detalle insignificante; era una parte integral del proceso de expiación. De la misma manera, el autor de Hebreos nos muestra que la muerte de Jesús fuera de las puertas de Jerusalén está intrínsecamente conectada con este aspecto del sacrificio por el pecado. Al asociar a Jesús con el sacrificio hatta´t, no debemos interpretar la muerte de Jesús como si hubiera ocurrido en el altar de bronce o cerca de él, sino siguiendo la línea interpretativa que el Espíritu Santo nos revela a través del autor de Hebreos: la muerte de Jesús corresponde a la quema de los restos fuera del campamento.

APLICANDO LA METODOLOGÍA EN LA INTERPRETACIÓN BÍBLICA

La coherencia en la interpretación bíblica es esencial para evitar errores hermenéuticos y para entender correctamente la revelación divina. Siguiendo el ejemplo de Jesús y del autor de Hebreos, debemos esforzarnos por interpretar los pasajes bíblicos manteniendo la conexión con lo que la misma Biblia ha interpretado anteriormente. Cuando un pasaje ofrece una interpretación de un hecho anterior, como en los casos mencionados, es nuestra responsabilidad seguir esa línea interpretativa y aplicarla consistentemente en otros pasajes similares.

Este enfoque no solo respeta la autoridad de las Escrituras, sino que también nos protege de hacer interpretaciones arbitrarias o desconectadas del contexto bíblico más amplio. Al interpretar la Biblia a la luz de la Biblia misma, nos aseguramos de que nuestras conclusiones estén alineadas con la revelación de Dios tal como fue entregada a los autores inspirados.

CONCLUSIÓN

La interpretación bíblica utilizando pasajes que interpretan hechos previos descritos en otros pasajes es una práctica esencial para mantener la coherencia y fidelidad en nuestra comprensión de las Escrituras. Ejemplos como la interpretación de Jesús de las aves en las parábolas del sembrador y del árbol de mostaza, y la explicación del autor de Hebreos sobre la muerte de Jesús en relación con los tratamientos dados a los restos de los sacrificios del Día de la Expiación, nos muestran la importancia de este enfoque. Al seguir esta metodología, respetamos la unidad de la revelación divina y nos aseguramos de que nuestras interpretaciones estén en armonía con la enseñanza bíblica en su totalidad.

viernes, 23 de agosto de 2024

La Limpieza Ritual y la Aplicación de la Sangre en Éxodo 30:10, Números 5:1-5 y Marcos 1:41

La Limpieza Ritual y la Aplicación de la Sangre en Éxodo 30:10, Números 5:1-5 y Marcos 1:41

En la narrativa bíblica, la limpieza y la purificación juegan un papel crucial en el mantenimiento de la santidad del culto y en la relación entre Dios y su pueblo. Es importante entender que la limpieza ritual, especialmente en lo que respecta a los sacrificios por el pecado (Hatta't), se enfocaba en mantener la pureza de los objetos sagrados, como los altares, en lugar de las personas. Este ensayo analiza cómo se aplican estos conceptos en Éxodo 30:10, Números 5:1-5 y Marcos 1:41, con un enfoque especial en la aplicación de la sangre del sacrificio "hatta't" (por el pecado) y su significado en el contexto de la purificación ritual.

Éxodo 30:10: Limpieza del Altar de Oro

Éxodo 30:10 describe una parte del ritual de expiación anual, en el que Aarón debía aplicar sangre sobre los cuernos del altar de oro, conocido como el altar del incienso. Este altar, que estaba situado en el Lugar Santo, era un componente vital del culto en el tabernáculo, donde se quemaba incienso como símbolo de las oraciones del pueblo que subían ante Dios.

La necesidad de purificar el altar no surgía de la cercanía del altar a las actividades del santuario o del contacto continuo con el incienso, sino de la contaminación causada por los pecados del pueblo de Israel. A lo largo del año, los pecados del pueblo se acumulaban y, de alguna manera, afectaban la santidad del santuario, contaminando ritualmente los objetos sagrados. La sangre del sacrificio "hatta't" se aplicaba sobre los cuernos del altar para purificarlo, eliminando la contaminación que los pecados del pueblo habían causado.

En el hebreo de Éxodo 30:10, se utilizan varias palabras clave que son fundamentales para comprender el proceso de expiación y purificación. La palabra "Vechiper" (וְכִפֶּר), que se traduce al griego como "εξιλασεται" (exilasetai), en griego se refiere a la acción de hacer expiación. Por otro lado, "hakipurim" (הַכִּפֻּרִים), traducido como "καθαρισμου" (katharismou) en griego indica el resultado de esta expiación, es decir, la purificación. Además,  la expresion "m'dam chatat" (בשׁנה מדם), que se traduce como "καθαριει" (kathariei), que en el griego también se refiere a la acción de purificar. Finalmente, "kippurim" (כִּפֻּרִים), que se traduce al griego como "εξιλασμου" (exilasmoû), denota específicamente el acto de expiación.

Aunque en hebreo tres de estas palabras hebreas provienen de la misma raíz "כפר" (KPR), que significa cubrir, expiar o purificar, los traductores griegos de la Septuaginta usaron diferentes términos para traducirlas. Dos de estas palabras griegas, como "εξιλασεται" y "εξιλασμου", derivadas de la raíz "hilas", se centran en la acción de expiación, mientras que las otras dos, como "καθαρισμου" (katharismou) y "καθαριει" (kathariei), derivadas de la raíz "katharos", se enfocan en el resultado de esa acción, que es la limpieza o purificación efectiva. A pesar de esta variación en la terminología, ambas dimensiones —la acción y el resultado— son consideradas una sola y misma acción en el contexto ritual, y esta acción es calificada como "santísima" en el sentido bíblico, reflejando su importancia extrema en la preservación de la santidad del lugar dónde habitaba Dios y la relación entre Dios y su pueblo.

Números 5:1-5: La Expulsión de los Impuros y la Pureza Comunitaria

En Números 5:1-5, se describe la importancia de mantener la pureza dentro del campamento de Israel. Este pasaje ordena que aquellos que están ritualmente impuros, debido a enfermedades como la lepra o el contacto con cadáveres, sean expulsados fuera del campamento. La impureza aquí no es simplemente una cuestión física; es una manifestación del pecado que amenaza la santidad del campamento donde habitaba la presencia de Dios.

Es esencial señalar que la purificación ritual de estos individuos, una vez que estaban sanos, no se completaba hasta que se realizaban los sacrificios necesarios, donde, al igual que en Éxodo 30:10, la sangre del sacrificio no se aplicaba a la persona, sino a los objetos sagrados. Por ejemplo, en el caso del leproso en Levítico 14, después de su sanación, la sangre del sacrificio "hatta't" se aplicaba al altar, no al leproso, para purificarlo de cualquier contaminación que el pecado del individuo pudiera haber causado indirectamente.

Este proceso subraya la idea de que la limpieza ritual estaba más enfocada en mantener la pureza del lugar donde Dios se encontraba con su pueblo, asegurando que el santuario permaneciera un lugar santo, libre de la contaminación del pecado.

Marcos 1:41: La Limpieza de una Persona por Jesús

En el Nuevo Testamento, Marcos 1:41 ofrece una visión distinta pero relacionada sobre la limpieza, donde Jesús limpia a un leproso. En este relato, el leproso se acerca a Jesús buscando sanación. Jesús, movido por la compasión, toca al leproso y lo limpia de su lepra, un acto que va en contra de las normas rituales judías que prohibían el contacto con personas impuras.

Es interesante observar que en el texto griego de Marcos 1:41, la palabra utilizada para "limpiar" es "καθαρίζω" (katharizō), que es la misma palabra utilizada en la Septuaginta (LXX) para traducir términos hebreos relacionados con la limpieza y la purificación ritual, como en Éxodo 30:10, donde "καθαρίζω" se usa en relación con la limpieza del altar. Esta coincidencia subraya cómo los conceptos de "limpiar" y "expiar" se entrelazan en la traducción griega de los textos hebreos, lo que sugiere que ambos términos pueden considerarse sinónimos en muchos contextos rituales. Tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, "καθαρίζω" no solo implica la remoción de impurezas físicas, sino también la restauración de la pureza necesaria para la presencia y adoración de Dios.

La sanación y limpieza de Jesús no solo restaura físicamente al leproso, sino que también lo reintegra a la comunidad. Sin embargo, es importante entender que, después de ser sanado, el leproso aún debía presentarse ante el sacerdote y realizar los sacrificios prescritos. En Levítico 14, vemos que la sangre del sacrificio no se aplicaba a la persona, sino al altar, para purificarlo. Este patrón refuerza la idea de que la purificación en el sistema sacrificial del Antiguo Testamento estaba centrada en los inmuebles y no en los individuos.

Jesús, en su ministerio, demuestra que la verdadera limpieza no depende solo de los rituales, sino de la gracia divina que tiene el poder de restaurar tanto el cuerpo como el alma. No obstante, su conformidad con los rituales prescritos, como enviar al leproso a hacer los sacrificios correspondientes, refleja el respeto por la Ley y la comprensión de que la purificación del altar era esencial para mantener la santidad del culto.

Este acto de purificación ritual no era para limpiar a las personas, quienes ya habían sido perdonadas o sanadas de sus dolencias antes de participar en los sacrificios. En cambio, la sangre del sacrificio hattat´t se utilizaba para purificar el altar mismo, asegurando que continuara siendo un lugar santo, adecuado para el servicio y la adoración a Dios.

Conclusión

Los pasajes de Éxodo 30:10, Números 5:1-5 y Marcos 1:41 revelan una comprensión profunda de la limpieza y la purificación en la tradición bíblica. La sangre del sacrificio "hatta't" (por el pecado) siempre se aplicaba a los inmuebles, como el altar, y no directamente a las personas, porque la limpieza ritual estaba más enfocada en preservar la santidad del espacio donde Dios se encontraba con su pueblo. Este enfoque asegura que los lugares de encuentro con Dios permanecieran santos y adecuados para el culto.

El uso del término "καθαρίζω" en el griego de la Septuaginta para traducir conceptos de limpieza y expiación muestra la estrecha relación entre estos conceptos en el pensamiento bíblico. En la práctica ritual, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, la limpieza y la expiación son aspectos interrelacionados que subrayan la importancia de mantener la pureza en la presencia de Dios. De este modo, los rituales de purificación, como los descritos en estos pasajes, son esenciales para mantener la relación entre Dios y su pueblo, garantizando que el culto a Dios se realice en un entorno santo, libre de la contaminación del pecado.







miércoles, 21 de agosto de 2024

Kaphar y el Nuevo Pacto: Una Mirada Integradora de Isaías 22:14, Juan 1:29 y Romanos 6

 


Kaphar y el Nuevo Pacto: Una Mirada Integradora de Isaías 22:14, Juan 1:29 y Romanos 6

Introducción

La exploración del concepto bíblico de kaphar, particularmente en el contexto de Isaías 22:14 y su relación con el Nuevo Testamento, revela un enfoque profundo sobre cómo el pecado es manejado dentro del marco del nuevo pacto prometido en Jeremías 31:31. Este ensayo se centra en la palabra kaphar y su traducción en la Septuaginta (LXX) para entender cómo Isaías 22:14 encuentra su cumplimiento en Juan 1:29 y Romanos 6, revelando así la profundidad de la expiación y el perdón en la era mesiánica.

I. Interpretación de Kaphar en Isaías 22:14 y su Traducción en la LXX

Isaías 22:14 presenta un uso intrigante de kaphar, implicando que no habrá expiación para ciertos pecados hasta que llegue la muerte. La LXX traduce kaphar como ἀφεθήσεται (aphethesetai), que connota un sentido de perdón o liberación más que simplemente cubrir. Este uso sugiere que el perdón de pecados trasciende la mera cobertura, anticipando una eliminación o liberación completa del pecado.

II. El Nuevo Pacto en Jeremías 31:31

Jeremías 31:31 promete un nuevo pacto no como el antiguo, sino uno escrito en los corazones de la gente, significando una transformación interna que permite una relación continua y renovada con Dios. Este nuevo pacto facilita un enfoque más íntimo y efectivo para tratar con el pecado, no solo cubriéndolo temporalmente, sino limpiándolo completamente del registro espiritual del creyente.

III. Juan 1:29 y la Culminación del Nuevo Pacto

Juan 1:29 declara que Jesús es el "Cordero de Dios que quita (ἀίρω, airo) el pecado del mundo", utilizando la misma raíz griega encontrada en la LXX para Isaías 22:14. Esta correlación lingüística y conceptual no solo destaca a Jesús como el cumplimiento del nuevo pacto sino también subraya su rol en la eliminación definitiva del pecado, no solo su cobertura.

IV. Cumplimiento de Isaías 22:14 en Romanos 6

Romanos 6 profundiza en cómo los creyentes, al unirse a Cristo en su muerte y resurrección, experimentan una muerte al pecado y una nueva vida en justicia. Esta sección explica que el antiguo yo está crucificado con Cristo, liberando al creyente del dominio del pecado. Así, Romanos 6 no solo muestra el cumplimiento de la advertencia de Isaías sobre la necesidad de la muerte para la expiación sino que redefine la muerte como la puerta a una vida de resurrección y libertad total del pecado.

V. Implicaciones Teológicas y Prácticas de Esta Interpretación

La reinterpretación de kaphar en el contexto del nuevo pacto tiene implicaciones profundas para la comprensión cristiana de la salvación y la santidad. Al comprender que en Cristo, el pecado no solo está cubierto sino completamente eliminado, los creyentes son llamados a vivir en una realidad transformada, donde la santidad y la justicia no son ideales distantes, sino realidades tangibles y actuales.

Isaías 27:9 y la Completa Remoción del Pecado bajo el Nuevo Pacto

Isaías 27:9 emplea יכופר (yekhupper), traducido en la LXX como ἀφαιρεθήσεται (aphairethesetai), derivado del verbo griego ἀφαιρέω (aphaireo), que implica "eliminar" o "retirar". Esta traducción subraya una expiación que va más allá de la simple cobertura, indicando una limpieza profunda y completa. Este concepto es paralelo a lo expresado en Juan 1:29, donde Jesús, el Cordero de Dios, "quita" (αἴρω, airo) el pecado del mundo, enfatizando no solo una cobertura sino una eliminación total y definitiva del pecado, lo que resalta la naturaleza transformadora de su sacrificio. Esta completa remoción del pecado se alinea perfectamente con el nuevo pacto profetizado en Jeremías 31:31, donde se promete una transformación interna y una relación renovada con Dios, fundamentada en el perdón total y la ley escrita en los corazones.

Isaías 28:18 y la Acción de Proteger y Eliminar

Isaías 28:18 con וכפר (vekhupper), traducido en la LXX como ἀφελῆ (aphelē), relacionado también con ἀφαιρέω (aphaireo), sugiere una acción de "retirar" o "despojar" las consecuencias del pecado. Esto complementa la narrativa del Nuevo Testamento donde, en 1 Juan 3:5, se declara que "Él se manifestó para quitar los pecados, y en él no hay pecado". Este versículo resalta que la manifestación de Jesús tuvo como propósito principal la remoción total del pecado, alineándose con la idea de un sacrificio que no solo cubre, sino que purifica completamente.

Conclusión

La exploración profunda de Isaías 22:14, Juan 1:29, y Romanos 6, junto con la interpretación desde la Septuaginta, despliega una visión integral y esperanzadora del plan redentor de Dios conforme al nuevo pacto. A través de Cristo, la promesa de Jeremías 31:31 se materializa, no solo cubriendo sino eliminando definitivamente los pecados, permitiendo a cada creyente vivir una existencia liberada y purificada ante Dios. Esta transformación incita a una práctica de vida que arraiga profundamente en el perdón total y la transformación constante que el sacrificio de Cristo ofrece.

La inclusión y análisis de Isaías 27:9 y 28:18 refuerzan la noción de que la redención cristiana no es meramente una expiación tradicional sino una eliminación radical del pecado, como se destaca consistentemente a través de las terminologías de "quitar" o "eliminar". En Cristo, la promesa del nuevo pacto se cumple plenamente, otorgando no solo la renovación sino también una purificación completa y perdón de los pecados, que cimenta al creyente en una relación impoluta y eterna con Dios. Este acto redentor no solo conlleva la muerte del creyente en Cristo sino también su resurrección en Él, marcando el inicio de una vida definida por ser esclavo de la fidelidad de Dios a sus promesas. Esta nueva vida, arraigada en la justicia de Dios, refleja el cumplimiento total de las promesas divinas y el poder transformador del amor y la misericordia de Dios, invitando a todos los creyentes a vivir en una realidad transformada que es tan profunda como el propio sacrificio redentor.

martes, 20 de agosto de 2024

KAPHAR AL GRIEGO DE LA LXX: 65 - 95

 65. Núm_28:22  And oneH259 goatH8163 for a sin offering,H2403 to make an atonementH3722 forH5921 you.

Núm 28:22  καιG2532 χιμαρονG5507.4 εξG1537 αιγωνG137.1 εναG1520 περιG4012 αμαρτιαςG266 εξιλασασθαιG1837.2 περιG4012 υμωνG1473

66. Núm_28:30  And oneH259 kidH8163 of the goats,H5795 to make an atonementH3722 forH5921 you.

Núm 28:30  καιG2532 χιμαρονG5507.4 εξG1537 αιγωνG137.1 εναG1520 περιG4012 αμαρτιαςG266 εξιλασασθαιG1837.2 περιG4012 υμωνG1473 

 

67. Núm_29:5  And oneH259 kidH8163 of the goatsH5795 for a sin offering,H2403 to make an atonementH3722 forH5921 you:

Núm 29:5  καιG2532 χιμαρονG5507.4 εξG1537 αιγωνG137.1 εναG1520 περιG4012 αμαρτιαςG266 εξιλασασθαιG1837.2 περιG4012 υμωνG14

68. Núm_31:50  We have therefore broughtH7126 (H853) an oblationH7133 for the LORD,H3068 whatH834 every manH376 hath gotten,H4672 of jewelsH3627 of gold,H2091 chains,H685 and bracelets,H6781 rings,H2885 earrings,H5694 and tablets,H3558 to make an atonementH3722 forH5921 our soulsH5315 beforeH6440 the LORD.H3068

Núm 31:50  καιG2532 προσενηνοχαμενG4374 τοG3588 δωρονG1435 κυριωG2962 ανηρG435 οG3739 ευρεG2147 σκευοςG4632 χρυσουνG5552 καιG2532 χλιδωναG5513.1 καιG2532 ψελλιονG5568.8 καιG2532 δακτυλιονG1146 καιG2532 περιδεξιονG4018.5 καιG2532 εμπλοκιονG1708.1 εξιλασασθαιG1837.2 περιG4012 ημωνG1473 εναντιG1725 κυριουG2962 

69. Núm_35:33  So ye shall notH3808 polluteH2610 (H853) the landH776 whereinH834 yeH859 are: forH3588 bloodH1818 itH1931 defilethH2610 (H853) the land:H776 and the landH776 cannotH3808 be cleansedH3722 of the bloodH1818 thatH834 is shedH8210 therein, butH3588 H518 by the bloodH1818 of him that shedH8210 it.

Núm 35:33  καιG2532 ου μηG3766.2 φονοκτονησητεG5407.1 τηνG3588 γηνG1093 εφ΄G1909 ηςG3739 υμειςG1473 κατοικειτεG2730 επ΄G1909 αυτηςG1473 τοG3588 γαρG1063 αιμα τουτοG129 G3778 φονοκτονειG5407.1 τηνG3588 γηνG1093 καιG2532 ουκG3756 εξιλασθησεταιG1837.2 ηG3588 γηG1093 αποG575 τουG3588 αιματοςG129 τουG3588 εκχυθεντοςG1632 επ΄G1909 αυτηςG1473 αλλ΄G235 επιG1909 τουG3588 αιματοςG129 τουG3588 εκχεοντοςG1632 

70. Deu_21:8  Be merciful,H3722 O LORD,H3068 unto thy peopleH5971 Israel,H3478 whomH834 thou hast redeemed,H6299 and layH5414 notH408 innocentH5355 bloodH1818 unto thy peopleH5971 of Israel'sH3478 charge.H7130 And the bloodH1818 shall be forgivenH3722 them.

Deu 21:8  ιλεωςG2436 γενουG1096 τωG3588 λαω σουG2992 G1473 ΙσραηλG* ουςG3739 ελυτρωσωG3084 εκG1537 γηςG1093 ΑιγυπτουG* κυριεG2962 ιναG2443 μηG3361 γενηταιG1096 αιμαG129 αναιτιονG338 ενG1722 τωG3588 λαω σουG2992 G1473 ΙσραηλG* καιG2532 εξιλασθησεταιG1837.2 αυτοιςG1473 τοG3588 αιμαG129 

71. Deu_32:43  Rejoice,H7442 O ye nations,H1471 with his people:H5971 forH3588 he will avengeH5358 the bloodH1818 of his servants,H5650 and will renderH7725 vengeanceH5359 to his adversaries,H6862 and will be mercifulH3722 unto his land,H127 and to his people.H5971

Deu 32:43  ευφρανθητεG2165 ουρανοιG3772 αμαG260 αυτωG1473 καιG2532 προσκυνησατωσανG4352 αυτωG1473 παντεςG3956 αγγελοιG32 θεουG2316 ευφρανθητεG2165 εθνηG1484 μεταG3326 τουG3588 λαου αυτουG2992 G1473 καιG2532 ενισχυσατωσανG1765 αυτωG1473 παντεςG3956 υιοιG5207 θεουG2316 οτιG3754 τοG3588 αιμαG129 τωνG3588 υιων αυτουG5207 G1473 εκδικειταιG1556 καιG2532 εκδικησειG1556 καιG2532 ανταποδωσειG467 δικηνG1349 τοιςG3588 εχθροιςG2190 καιG2532 τοιςG3588 μισουσινG3404 αυτονG1473 ανταποδωσειG467 καιG2532 εκκαθαριει κυριοςG1571.1 G2962 τηνG3588 γηνG1093 τουG3588 λαου αυτουG2992 G1473 

72. 1Sa_3:14  And thereforeH3651 I have swornH7650 unto the houseH1004 of Eli,H5941 that the iniquityH5771 of Eli'sH5941 houseH1004 shall notH518 be purgedH3722 with sacrificeH2077 nor offeringH4503 for ever.H5704 H5769

1Sa 3:14  καιG2532 ουξG3756 ουτωςG3779 ωμοσαG3660 τωG3588 οικωG3624 ΗλιG* ειG1487 εξιλασθησεταιG1837.2 ηG3588 αδικιαG93 οικουG3624 ΗλιG* ενG1722 θυμιαματιG2368 ηG2228 ενG1722 θυσιαιςG2378 εωςG2193 αιωνοςG165 

73. 2Sa_21:3  Wherefore DavidH1732 said H559 untoH413 the Gibeonites,H1393 WhatH4100 shall I doH6213 for you? and wherewithH4100 shall I make the atonement,H3722 that ye may blessH1288 (H853) the inheritanceH5159 of the LORD?H3068

2Sa 21:3  καιG2532 ειπε ΔαυιδG2036 G* προςG4314 τουςG3588 ΓαβαωνιταςG* τιG5100 ποιησωG4160 υμινG1473 καιG2532 ενG1722 τινιG5100 εξιλασομαιG1837.2 καιG2532 ευλογησετεG2127 τηνG3588 κληρονομιανG2817 κυριουG2962 

74.  1Cr_6:49  But AaronH175 and his sonsH1121 offeredH6999 uponH5921 the altarH4196 of the burnt offering,H5930 and onH5921 the altarH4196 of incense,H7004 and were appointed for allH3605 the workH4399 of the place most holy,H6944 H6944 and to make an atonementH3722 forH5921 Israel,H3478 according to allH3605 thatH834 MosesH4872 the servantH5650 of GodH430 had commanded.H6680

1Cr 6:49  καιG2532 ΑαρωνG* καιG2532 οιG3588 υιοι αυτουG5207 G1473 θυμιωντεςG2370 επιG1909 τοG3588 θυσιαστηριονG2379 τωνG3588 ολοκαυτωματωνG3646 καιG2532 επιG1909 τοG3588 θυσιαστηριονG2379 τουG3588 θυμιαματοςG2368 ειςG1519 πασανG3956 εργασιανG2039 αγιαG39 τωνG3588 αγιωνG39 καιG2532 εξιλασκεσθαιG1837.2 περιG4012 ΙσραηλG* καταG2596 πανταG3956 οσαG3745 ενετειλατοG1781 ΜωυσηςG* παιςG3816 τουG3588 θεουG2316 

75. 2Cr_29:24  And the priestsH3548 killedH7819 them, and they made reconciliationH2398 withH854 their bloodH1818 upon the altar,H4196 to make an atonementH3722 forH5921 allH3605 Israel:H3478 forH3588 the kingH4428 commandedH559 that the burnt offeringH5930 and the sin offeringH2403 should be made for allH3605 Israel.H3478

2Cr 29:24  καιG2532 εθυσανG2380 αυτουςG1473 οιG3588 ιερειςG2409 καιG2532 εξιλασαντοG1837.2 τοG3588 αιμα αυτωνG129 G1473 προςG4314 τοG3588 θυσιαστηριονG2379 καιG2532 εξιλασαντοG1837.2 περιG4012 παντοςG3956 ΙσραηλG* οτιG3754 ειπενG2036 οG3588 βασιλευςG935 περιG4012 παντοςG3956 ΙσραηλG* ηG3588 ολοκαυτωσιςG3646.1 καιG2532 ταG3588 περιG4012 αμαρτιαςG266 

76. 2Cr_30:18  ForH3588 a multitudeH4768 of the people,H5971 even manyH7227 of Ephraim,H4480 H669 and Manasseh,H4519 Issachar,H3485 and Zebulun,H2074 had notH3808 cleansed themselves,H2891 yetH3588 did they eatH398 (H853) the passoverH6453 otherwiseH3808 than it was written.H3789 ButH3588 HezekiahH3169 prayedH6419 forH5921 them, saying,H559 The goodH2896 LORDH3068 pardonH3722 every oneH11

2Cr 30:18  οτιG3754 τοG3588 πλειστονG4183 τουG3588 λαουG2992 αποG575 ΕφραϊμG* καιG2532 ΜανασσηG* καιG2532 ΙσσαχαρG* καιG2532 ΖαβουλωνG* ουχG3756 ηγνισθησανG48 αλλαG235 καιG2532 εφαγονG2068 τοG3588 φασεκG5333.3 ουG3756 παραG3844 τηνG3588 γραφηνG1124 καιG2532 προσηυξατο ΕζεκιαςG4336 G* περιG4012 αυτωνG1473 λεγωνG3004 κυριοςG2962 οG3588 θεος ο αγαθοςG2316 G3588 G18 εξιλασαιG1837.2 υπερG5228 πασηςG3956 

77. Neh_10:33  For the shewbread,H3899 H4635 and for the continualH8548 meat offering,H4503 and for the continualH8548 burnt offering,H5930 of the sabbaths,H7676 of the new moons,H2320 for the set feasts,H4150 and for the holyH6944 things, and for the sin offeringsH2403 to make an atonementH3722 forH5921 Israel,H3478 and for allH3605 the workH4399 of the houseH1004 of our God.H430

 Neh 10:33  ειςG1519 αρτουςG740 τουG3588 προσωπουG4383 καιG2532 θυσιανG2378 τουG3588 ενδελεχισμουG1734.1 καιG2532 ειςG1519 ολοκαυτωμαG3646 τουG3588 ενδελεχισμουG1734.1 τωνG3588 σαββατωνG4521 τωνG3588 νουμηνιωνG3561 ειςG1519 ταςG3588 εορταςG1859 καιG2532 ειςG1519 ταG3588 αγιαG39 καιG2532 ταG3588 περιG4012 αμαρτιαςG266 εξιλασασθαιG1837.2 περιG4012 ΙσραηλG* καιG2532 ειςG1519 εργαG2041 οικουG3624 τουG3588 θεου ημωνG2316 G1473 

78. Sal_65:3  IniquitiesH1697 H5771 prevailH1396 againstH4480 me: as for our transgressions,H6588 thouH859 shalt purge them away.H3722

Sal 65:3  λογοιG3056 ανομωνG459 υπερεδυναμωσανG5236.1 ημαςG1473 καιG2532 ταιςG3588 ασεβειας ημωνG763 G1473 συG1473 ιλασηG2433 

79. Sal_78:38  But he,H1931 being full of compassion,H7349 forgaveH3722 their iniquity,H5771 and destroyedH7843 them not:H3808 yea, manyH7235 a time turned he his anger away,H639 H7725 and did notH3808 stir upH5782 allH3605 his wrath.H2534

Sal 78:38  αυτος δεG1473 G1161 εστινG1510.2.3 οικτιρμωνG3629 καιG2532 ιλασεταιG2433 ταιςG3588 αμαρτιαις αυτωνG266 G1473 καιG2532 ουG3756 διαφθερειG1311 καιG2532 πληθυνειG4129 τουG3588 αποστρεψαιG654 τονG3588 θυμον αυτουG2372 G1473 καιG2532 ουχιG3780 εκκαυσειG1572 πασανG3956 τηνG3588 οργην αυτουG3709 G1473 

80. Sal_79:9  HelpH5826 us, O GodH430 of our salvation,H3468 forH5921 H1697 the gloryH3519 of thy name:H8034 and deliverH5337 us, and purge awayH3722 H5921 our sins,H2403 for thy name's sake.H4616 H8034

Sal 79:9  βοηθησονG997 ημινG1473 οG3588 θεοςG2316 οG3588 σωτηρ ημωνG4990 G1473 ενεκεG1752 τηςG3588 δοξηςG1391 τουG3588 ονοματος σουG3686 G1473 κυριεG2962 ρυσαιG4506 ημαςG1473 καιG2532 ιλασθητιG2433 ταιςG3588 αμαρτιαις ημωνG266 G1473 ενεκεG1752 τουG3588 ονοματος σουG3686 G1473 

81. Pro_16:6  By mercyH2617 and truthH571 iniquityH5771 is purged:H3722 and by the fearH3374 of the LORDH3068 men departH5493 from evil.H4480 H7451

81. Pro_16:6  By mercyH2617 and truthH571 iniquityH5771 is purged:H3722 and by the fearH3374 of the LORDH3068 men departH5493 from evil.H4480 H7451

 Con Jesed (Misericordia), Emeth (Fidelidad) Kaphar (Se cubre) el pecado. En el caso de la palabra "cubrir" en Latin se utiliza la palabra "redime".

LXX Pro 15:27 "...Con misericordias y fe se purifican pecados…" 

CharityG1654 andG2532 trustG4102 clear awayG599.6 sins

ελεημοσυναιςG1654 καιG2532 πιστεσινG4102 αποκαθαιρονταιG599.6 αμαρτιαιG266

La palabra griega que se tradujo como fe, también puede traducirse como fidelidad.

 

82. Pro_16:14  The wrathH2534 of a kingH4428 is as messengersH4397 of death:H4194 but a wiseH2450 manH376 will pacifyH3722 it.

Pro 16:14  θυμοςG2372 βασιλεωςG935 αγγελοςG32 θανατουG2288 ανηρG435 δεG1161 σοφοςG4680 εξιλασεταιG1837.2 αυτονG1473 

83. Isa_6:7  And he laidH5060 it uponH5921 my mouth,H6310 and said,H559 Lo,H2009 thisH2088 hath touchedH5060 H5921 thy lips;H8193 and thine iniquityH5771 is taken away,H5493 and thy sinH2403 purged.H3722

Isa 6:7  καιG2532 ηψατοG680 τουG3588 στοματος μουG4750 G1473 καιG2532 ειπενG2036 ιδουG2400 ηψατο τουτοG680 G3778 τωνG3588 χειλεων σουG5491 G1473 καιG2532 αφελειG851 ταςG3588 ανομιας σουG458 G1473 καιG2532 ταςG3588 αμαρτιας σουG266 G1473 περικαθαριειG4026.2 

84. Isa_22:14  And it was revealedH1540 in mine earsH241 by the LORDH3068 of hosts,H6635 SurelyH518 thisH2088 iniquityH5771 shall not be purgedH3722 from you tillH5704 ye die,H4191 saithH559 the LordH136 GODH3069 of hosts.H6635

Isa 22:14  καιG2532 ανακεκαλυμμεναG343 ταυτα εστινG3778 G1510.2.3 ενG1722 τοιςG3588 ωσιG3775 κυριουG2962 σαβαωθG4519 οτιG3754 ουκG3756 αφεθησεταιG863 υμινG1473 αυτηG3778 ηG3588 αμαρτιαG266 εωςG2193 ανG302 αποθανητεG599 

85. Isa_27:9  By thisH2063 thereforeH3651 shall the iniquityH5771 of JacobH3290 be purged;H3722 and thisH2088 is allH3605 the fruitH6529 to take awayH5493 his sin;H2403 when he makethH7760 allH3605 the stonesH68 of the altarH4196 as chalkstonesH68 H1615 that are beaten in sunder,H5310 the grovesH842 and imagesH2553 shall notH3808 stand up.H6965

Isa 27:9  διαG1223 τουτοG3778 αφαιρεθησεταιG851 ηG3588 ανομιαG458 ΙακωβG* καιG2532 τουτοG3778 εστινG1510.2.3 ηG3588 ευλογια αυτουG2129 G1473 οτανG3752 αφελωμαιG851 αυτουG1473 τηνG3588 αμαρτιανG266 οτανG3752 θωσιG5087 πανταςG3956 τουςG3588 λιθουςG3037 τωνG3588 βωμωνG1041 κατακεκομμενουςG2629 ωςG5613 κονιανG2866.4 λεπτηνG3016 καιG2532 ου μηG3766.2 μεινηG3306 ταG3588 δενδρα αυτωνG1186 G1473 καιG2532 ταG3588 ειδωλα αυτωνG1497 G1473 εκκεκομμεναG1581 ωσπερG5618 δρυμοςG1409.1 μακρανG3112 

86. Isa_28:18  And your covenantH1285 withH854 deathH4194 shall be disannulled,H3722 and your agreementH2380 withH854 hellH7585 shall notH3808 stand;H6965 whenH3588 the overflowingH7857 scourgeH7752 shall pass through,H5674 then ye shall beH1961 trodden downH4823 by it.

 Isa 28:18  καιG2532 μη αφεληG3361 G851 υμωνG1473 τηνG3588 διαθηκηνG1242 τουG3588 θανατουG2288 καιG2532 ηG3588 ελπις υμωνG1680 G1473 ηG3588 προςG4314 τονG3588 αδηνG86 ου μηG3766.2 εμμεινηG1696 καταιγιςG2616.6 φερομενηG5342 εανG1437 επελθηG1904 εσεσθεG1510.8.5 αυτηG1473 ειςG1519 καταπατημαG2662.1 

87. Isa_47:11  Therefore shall evilH7451 comeH935 uponH5921 thee; thou shalt notH3808 knowH3045 from whence it riseth:H7837 and mischiefH1943 shall fallH5307 uponH5921 thee; thou shalt notH3808 be ableH3201 to put it off:H3722 and desolationH7722 shall comeH935 uponH5921 thee suddenly,H6597 which thou shalt notH3808 know.H3045

Isa 47:11  καιG2532 ηξειG2240 επιG1909 σεG1473 απωλειαG684 καιG2532 ου μηG3766.2 γνωςG1097 βοθυνονG999 καιG2532 εμπεσηG1706 ειςG1519 αυτονG1473 καιG2532 ηξειG2240 επιG1909 σεG1473 ταλαιπωριαG5004 καιG2532 ου μηG3766.2 δυνησηG1410 καθαραG2513 γενεσθαιG1096 καιG2532 ηξειG2240 επιG1909 σεG1473 εξαπινηςG1819.1 απωλειαG684 καιG2532 ου μηG3766.2 γνωσηG1097 

88. Jer_18:23  Yet, LORD,H3068 thouH859 knowestH3045 (H853) allH3605 their counselH6098 againstH5921 me to slayH4194 me: forgiveH3722 notH408 their iniquity,H5771 neitherH408 blot outH4229 their sinH2403 from thy sight,H4480 H6440 but let them beH1961 overthrownH3782 beforeH6440 thee; dealH6213 thus with them in the timeH6256 of thine anger.H639

Jer 18:23  καιG2532 συG1473 κυριεG2962 εγνωςG1097 απασανG537 τηνG3588 βουλην αυτωνG1012 G1473 επ΄G1909 εμεG1473 ειςG1519 θανατονG2288 μηG3361 αθωωσηςG121.1 ταςG3588 αδικιας αυτωνG93 G1473 καιG2532 ταςG3588 αμαρτιας αυτωνG266 G1473 αποG575 προσωπουG4383 σουG1473 μηG3361 εξαλειψηςG1813 γενεσθωG1096 ηG3588 ασθενεια αυτωνG769 G1473 εναντιονG1726 σουG1473 ενG1722 καιρωG2540 θυμου σουG2372 G1473 ποιησονG4160 ενG1722 αυτοιςG1473 

89. Eze_16:63  ThatH4616 thou mayest remember,H2142 and be confounded,H954 and neverH3808 openH6610 thy mouthH6310 any moreH5750 becauseH4480 H6440 of thy shame,H3639 when I am pacifiedH3722 toward thee for allH3605 thatH834 thou hast done,H6213 saithH5002 the LordH136 GOD.H3069

Eze 16:63  οπωςG3704 μνησθηςG3403 καιG2532 αισχυνθηςG153 καιG2532 μηG3361 ηG1510.3 σοιG1473 ετιG2089 ανοιξαιG455 τοG3588 στομα σουG4750 G1473 αποG575 προσωπουG4383 τηςG3588 ατιμιας σουG819 G1473 ενG1722 τωG3588 εξιλασκεσθαι μεG1837.2 G1473 σοιG1473 καταG2596 πανταG3956 οσαG3745 εποιησαςG4160 λεγειG3004 ΑδωναϊG* κυριοςG2962 

90. Eze_43:20  And thou shalt takeH3947 of the bloodH4480 H1818 thereof, and putH5414 it onH5921 the fourH702 hornsH7161 of it, and onH413 the fourH702 cornersH6438 of the settle,H5835 and uponH413 the borderH1366 round about:H5439 thus shalt thou cleanseH2398 and purgeH3722 it.

Eze 43:20  καιG2532 ληψονταιG2983 εκG1537 τουG3588 αιματος αυτουG129 G1473 καιG2532 θησουσινG5087 επιG1909 τεσσαραG5064 κεραταG2768 τουG3588 θυσιαστηριουG2379 καιG2532 επιG1909 ταςG3588 τεσσαραςG5064 γωνιαςG1137 τουG3588 ιλαστηριουG2435 καιG2532 επιG1909 τηνG3588 βασινG939 κυκλωG2945 καιG2532 καθαρισουσιG2511 καιG2532 εξιλασονταιG1837.2 αυτοG1473 

91. Eze_43:26  SevenH7651 daysH3117 shall they purgeH3722 (H853) the altarH4196 and purifyH2891 it; and they shall consecrateH4390 H3027 themselves.

Eze 43:26  επταG2033 ημεραςG2250 καιG2532 εξιλασονταιG1837.2 τοG3588 θυσιαστηριονG2379 καιG2532 καθαριουσινG2511 αυτοG1473 καιG2532 πλησουσιG4130 ταςG3588 χειρας αυτωνG5495 

92. Eze_45:15  And oneH259 lambH7716 out ofH4480 the flock,H6629 out ofH4480 two hundred,H3967 out of the fat pasturesH4480 H4945 of Israel;H3478 for a meat offering,H4503 and for a burnt offering,H5930 and for peace offerings,H8002 to make reconciliationH3722 forH5921 them, saithH5002 the LordH136 GOD.H3069

Eze 45:15  καιG2532 προβατονG4263 αποG575 τωνG3588 διακοσιωνG1250 προβατωνG4263 αφαιρεμαG850.4 εκG1537 πασωνG3956 τωνG3588 πατριωνG3965 ΙσραηλG* ειςG1519 θυσαιςG2378 καιG2532 ολοκαυτωματαG3646 καιG2532 ειςG1519 σωτηριουG4992 τουG3588 εξιλασκεσθαιG1837.2 περιG4012 υμωνG1473 λεγειG3004 κυριοςG2962 θεοςG2316 

93. Eze_45:17  And it shall beH1961 the prince's partH5921 H5387 to give burnt offerings,H5930 and meat offerings,H4503 and drink offerings,H5262 in the feasts,H2282 and in the new moons,H2320 and in the sabbaths,H7676 in allH3605 solemnitiesH4150 of the houseH1004 of Israel:H3478 heH1931 shall prepareH6213 (H853) the sin offering,H2403 and the meat offering,H4503 and the burnt offering,H5930 and the peace offerings,H8002 to make reconciliationH3722 forH1157 the houseH1004 of Israel.H3478

Eze 45:17  καιG2532 διαG1223 τουG3588 αφηγουμενουG860.1 εσταιG1510.8.3 ταG3588 ολοκαυτωματαG3646 καιG2532 αιG3588 θυσιαιG2378 καιG2532 αιG3588 σπονδαιG4700.2 ενG1722 ταιςG3588 εορταιςG1859 καιG2532 ενG1722 ταιςG3588 νουμηνιαιςG3561 καιG2532 ενG1722 τοιςG3588 σαββασιG4521 καιG2532 ενG1722 πασαιςG3956 ταιςG3588 εορταιςG1859 οικουG3624 ΙσραηλG* αυτοςG1473 ποιησειG4160 ταG3588 περιG4012 αμαρτιαςG266 καιG2532 τηνG3588 θυσιανG2378 καιG2532 ταG3588 ολοκαυτωματαG3646 καιG2532 ταG3588 τουG3588 σωτηριουG4992 τουG3588 εξιλασκεσθαιG1837.2 περιG4012 τουG3588 οικουG3624 ΙσραηλG* 

94. Eze_45:20  And soH3651 thou shalt doH6213 the seventhH7651 day of the monthH2320 for every oneH4480 H376 that erreth,H7686 and for him that is simple:H4480 H6612 so shall ye reconcileH3722 (H853) the house.H1004

Eze 45:20  καιG2532 ουτωςG3779 ποιησειςG4160 ενG1722 τωG3588 μηνιG3376 τωG3588 εβδομωG1442 μιαG1520 τουG3588 μηνοςG3376 παρ΄G3844 εκαστουG1538 ασυνετουG801 καιG2532 νηπιουG3516 καιG2532 εξιλασεσθεG1837.2 τονG3588 οικονG3624 

95. Dan_9:24  SeventyH7657 weeksH7620 are determinedH2852 uponH5921 thy peopleH5971 and uponH5921 thy holyH6944 city,H5892 to finishH3607 the transgression,H6588 and to make an endH2856 of sins,H2403 and to make reconciliationH3722 for iniquity,H5771 and to bring inH935 everlastingH5769 righteousness,H6664 and to seal upH2856 the visionH2377 and prophecy,H5030 and to anointH4886 the most Holy.H6944 H6944

Dan 9:24  εβδομηκονταG1440 εβδομαδεςG1439.1 συνετμηθησανG4932 επιG1909 τονG3588 λαον σουG2992 G1473 καιG2532 επιG1909 τηνG3588 πολινG4172 τηνG3588 αγιανG39 τουG3588 συντελεσθηναιG4931 αμαρτιανG266 καιG2532 τουG3588 σφραγισαιG4972 αμαρτιαςG266 καιG2532 απαλειψαιG524.1 ταςG3588 ανομιαιςG458 καιG2532 τουG3588 εξιλασασθαιG1837.2 αδικιαςG93 καιG2532 τουG3588 αγαγεινG71 δικαιοσυνηνG1343 αιωνιονG166 καιG2532 τουG3588 σφραγισαιG4972 ορασινG3706 καιG2532 προφητειανG4394 καιG2532 τουG3588 χρισαιG5548 αγιονG39 αγιωνG39