La interpretación de las Escrituras es una disciplina que requiere un enfoque cuidadoso y metódico, especialmente cuando se trata de entender la enseñanza y el significado detrás de los textos bíblicos. Una de las formas más efectivas de interpretar la Biblia es utilizando pasajes posteriores que arrojan luz sobre hechos descritos previamente en otros pasajes. Este enfoque no solo asegura coherencia en la interpretación, sino que también respeta la unidad de la revelación divina contenida en las Escrituras. Un ejemplo notable de este método es la forma en que Jesús interpreta la parábola del sembrador y su aplicación en la parábola del árbol de mostaza. Asimismo, el autor de Hebreos, en 13:11-13, nos ofrece una interpretación profunda de la muerte de Jesús al conectarla con los sacrificios del Día de la Expiación. Este ensayo defenderá la importancia de seguir esta línea interpretativa, tal como lo hace el autor de Hebreos, y argumentará que debemos aplicar esta metodología en nuestra comprensión de las Escrituras.
INTERPRETANDO LAS ESCRITURAS CON LAS ESCRITURAS
El principio de interpretar las Escrituras con las mismas Escrituras es fundamental para mantener una hermenéutica coherente y fiel. Un ejemplo claro de este principio lo encontramos en las enseñanzas de Jesús. En la parábola del sembrador (Mateo 13:3-9, 18-23), Jesús explica que las aves que comen la semilla representan al diablo que arrebata la palabra del corazón de las personas antes de que pueda echar raíces. Esta interpretación es directa y proviene de Jesús mismo, lo que la hace autoritativa.
Cuando llegamos a la parábola del árbol de mostaza (Mateo 13:31-32), observamos una similitud en el uso de la imagen de las aves. Siguiendo la línea interpretativa establecida por Jesús en la parábola del sembrador, es coherente entender que las aves en la parábola del árbol de mostaza también representan al diablo como sus demonios y sus doctrinas, anidando en el crecimiento del Reino. Aunque Jesús no ofrece una explicación explícita de las aves en esta parábola, aplicar la misma interpretación que Él utilizó anteriormente nos permite mantener una coherencia en el entendimiento de los símbolos bíblicos.
LA MUERTE DE JESÚS Y LA INTERPRETACIÓN DE HEBREOS 13:11-13
Otro ejemplo significativo de este enfoque interpretativo se encuentra en Hebreos 13:11-13. El autor de Hebreos conecta la muerte de Jesús con el ritual del sacrificio por el pecado (ḥaṭṭā't) en el Día de la Expiación. Este pasaje dice: "Porque los cuerpos de aquellos animales, cuya sangre es llevada al santuario por el sumo sacerdote como ofrenda por el pecado, son quemados fuera del campamento. Por lo cual también Jesús, para santificar al pueblo mediante su propia sangre, padeció fuera de la puerta." Aquí, el autor no sólo está ofreciendo una interpretación simbólica, sino que también está haciendo una correlación directa entre el tramiento dado a los restos de los sacrificios que se realizaban en el Día de la Expiación y la muerte de Jesús.
Este enfoque es crucial porque establece un patrón interpretativo para otros sacrificios de ḥaṭṭā't descritos en la Ley. La quema de los cuerpos fuera del campamento no era un detalle insignificante; era una parte integral del proceso de expiación. De la misma manera, el autor de Hebreos nos muestra que la muerte de Jesús fuera de las puertas de Jerusalén está intrínsecamente conectada con este aspecto del sacrificio por el pecado. Al asociar a Jesús con el sacrificio hatta´t, no debemos interpretar la muerte de Jesús como si hubiera ocurrido en el altar de bronce o cerca de él, sino siguiendo la línea interpretativa que el Espíritu Santo nos revela a través del autor de Hebreos: la muerte de Jesús corresponde a la quema de los restos fuera del campamento.
APLICANDO LA METODOLOGÍA EN LA INTERPRETACIÓN BÍBLICA
La coherencia en la interpretación bíblica es esencial para evitar errores hermenéuticos y para entender correctamente la revelación divina. Siguiendo el ejemplo de Jesús y del autor de Hebreos, debemos esforzarnos por interpretar los pasajes bíblicos manteniendo la conexión con lo que la misma Biblia ha interpretado anteriormente. Cuando un pasaje ofrece una interpretación de un hecho anterior, como en los casos mencionados, es nuestra responsabilidad seguir esa línea interpretativa y aplicarla consistentemente en otros pasajes similares.
Este enfoque no solo respeta la autoridad de las Escrituras, sino que también nos protege de hacer interpretaciones arbitrarias o desconectadas del contexto bíblico más amplio. Al interpretar la Biblia a la luz de la Biblia misma, nos aseguramos de que nuestras conclusiones estén alineadas con la revelación de Dios tal como fue entregada a los autores inspirados.
CONCLUSIÓN
La interpretación bíblica utilizando pasajes que interpretan hechos previos descritos en otros pasajes es una práctica esencial para mantener la coherencia y fidelidad en nuestra comprensión de las Escrituras. Ejemplos como la interpretación de Jesús de las aves en las parábolas del sembrador y del árbol de mostaza, y la explicación del autor de Hebreos sobre la muerte de Jesús en relación con los tratamientos dados a los restos de los sacrificios del Día de la Expiación, nos muestran la importancia de este enfoque. Al seguir esta metodología, respetamos la unidad de la revelación divina y nos aseguramos de que nuestras interpretaciones estén en armonía con la enseñanza bíblica en su totalidad.
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