El capítulo tres, "Hacia una teología de la cooperación", aborda la historia y la teología detrás de la cooperación entre iglesias, particularmente en la tradición bautista. Desde los primeros días de la fe, las iglesias han participado en esfuerzos cooperativos de diversas maneras, algunas más estructuradas que otras. Este capítulo argumenta que cualquier tradición eclesiástica que desee participar en ministerios cooperativos debe hacerlo con plena conciencia de las bases bíblicas y teológicas que justifican dicha cooperación.
Se enfatiza la importancia de examinar las Escrituras para comprender la naturaleza de la iglesia y el ministerio, apoyando la idea de cooperación dentro de los mandatos bíblicos. Los bautistas, en particular, han contribuido significativamente a la eclesiología, sosteniendo que la iglesia contemporánea debe emular, en la medida de lo posible, las prácticas de la iglesia del Nuevo Testamento.
El texto discute el principio regulativo en la hermenéutica bautista, donde los bautistas afirman que la Biblia establece un modelo para la iglesia que debe seguirse lo más fielmente posible. Sin embargo, hay debate sobre cuán detalladas son estas políticas en las Escrituras y si hay espacio para estrategias o enfoques no explicitados en la Biblia pero que no se prohíben.
A través de ejemplos históricos y un análisis de las Escrituras, el capítulo argumenta a favor del ministerio cooperativo, reconociendo también los potenciales peligros y ventajas de tal enfoque. La base bíblica para la cooperación es explorada profundamente, subrayando la convicción bautista de que la iglesia debe seguir el patrón del Nuevo Testamento tanto en su estructura como en su misión.
CINCO PUNTO PRINCIPALES
1. Fundamento Bíblico de la Cooperación: El capítulo enfatiza la importancia de basar cualquier esfuerzo de cooperación entre iglesias en un sólido fundamento bíblico. Destaca la necesidad de examinar las Escrituras para entender la naturaleza de la iglesia y si éstas apoyan o al menos permiten la cooperación entre congregaciones.
2. Principio Regulativo en la Hermenéutica Bautista: Se discute cómo los bautistas se adhieren al principio regulativo, que sostiene que la Biblia proporciona un modelo para la organización y práctica de la iglesia que debe seguirse fielmente. Sin embargo, se reconoce la existencia de debate dentro de la denominación sobre la especificidad de estas instrucciones bíblicas y el margen para prácticas no explicitadas en la Escritura.
3. Historia de la Cooperación Eclesiástica: Se ofrece una visión general de cómo las iglesias han participado históricamente en la cooperación, desde estructuras altamente organizadas hasta formas de colaboración menos perceptibles. Este enfoque histórico ayuda a entender la evolución de los esfuerzos cooperativos y las diversas maneras en que las iglesias han buscado trabajar juntas en el cumplimiento de su misión.
4. Cooperación Bíblica y Teológica Justificada: Se argumenta que la cooperación entre iglesias no solo es históricamente prevalente sino también teológica y bíblicamente justificada. Se examinan textos específicos para demostrar cómo el Nuevo Testamento apoya la idea de ministerios cooperativos, subrayando que las prácticas de las iglesias bautistas modernas deben reflejar tanto como sea posible los patrones del Nuevo Testamento.
5. Potenciales Peligros y Ventajas de la Cooperación: A pesar del fuerte respaldo a la cooperación, el capítulo también advierte sobre los posibles peligros, como el compromiso doctrinal o la imposición de estructuras de gobierno no bíblicas. Al mismo tiempo, reconoce las ventajas significativas de un enfoque cooperativo, como la mayor eficacia en el ministerio y la capacidad de emprender proyectos más grandes que las iglesias individuales no podrían realizar solas.
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